El conflicto que mantienen el equipo de gobierno y la plantilla de la policía local ha llegado hasta el Cuerpo Nacional de Policía. El Sindicato Unificado de Policía de Extremadura mostró ayer su solidaridad con los agentes emeritenses y criticó la aptitud del ejecutivo local, que "quiere dar la imagen de que los policías locales son unos vagos, cuando son grandes profesionales pese a las carencias en vehículos, armamento y transmisiones", según manifestó ayer el secretario regional de este sindicato, José Espinosa. Mientras tanto, ambas partes están convocadas hoy a la mesa de negociación, pero ninguna de ellas cede. Los agentes siguen concentrados en la puerta del ayuntamiento, algo que deben dejar, según el consistorio, para negociar.

Hoy es el tercer día de concentración permanente de los policías locales --más de 60 han pasado las dos primeras noches en casi una veintena de tiendas de campaña-- y mientras el consistorio insistía ayer en que ha ofrecido mejoras salariales de hasta 120 euros al mes y una jornada laboral en la que se trabajen cinco días y se descansen dos, los sindicatos reiteraron que "la solución la tiene en su mano el equipo de gobierno, pero si se enquista, la cosa va a ir a más", según Juan Luis Lancho, de CCOO. A su juicio, la concentración permanente no es ninguna medida de presión, como dice el ayuntamiento, sino "un derecho constitucional", y destacó que no van a dejar de hacerlo "hasta que no haya un acuerdo".

En este sentido, Espinosa cree que "el 95% de las demandas de los sindicatos es para mejorar la calidad del servicio a los ciudadanos de Mérida", e indicó que "es mentira que quieran adecuar las retribuciones a la de la Policía Nacional, y que la ratio de policía local por habitante sea la más alta de Extremadura, como dice el equipo de gobierno".