Mejoras para la seguridad de peatones y conductores. La Delegación de Urbanismo ha reservado una inversión de casi 123.000 euros para instalar «semáforos inteligentes» en once intersecciones de las avenidas Reina Sofía, Juan Carlos I, Cáceres y Extremadura. Los dispositivos incorporarán el denominado sistema Passblue, que se activa por el móvil cuando una persona con discapacidad visual se aproxima. Esta, a su vez, recibe una señal avisándole de que el paso de peatones está cerca y de si el semáforo está en rojo o en verde.

El Perfil del Contratante publicó ayer el contrato para llevar a cabo los trabajos, con un presupuesto de 122.876,71 euros IVA incluido. Las empresas interesadas pueden presentar ofertas hasta el día 27 y el plazo de ejecución de la instalación es de un mes. Además de este nuevo sistema para personas con discapacidad visual, se incluyen en el pliego «aquellas mejoras necesarias a realizar a fin de garantizar un óptimo funcionamiento de la instalación». Esto incluye la reposición de ótpicas, la sustitución de reguladores de control y la incorporación de un panel de cuenta atrás con una silueta de peatón.

Los trabajos se financiarán en un 80% con cargo a la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible y por este motivo los cruces afectados, 11 en total, se encuentran delimitados en este perímetro. Son cuatro en la avenida Reina Sofía (glorietas de Juan de Ávalos, instituto Santa Eulalia, Iroko, y Mérida Patrimonio de la Humanidad); tres en la avenida Juan Carlos I (instersecciones con Marqués de Paterna, Padre Panero y Tres Fuentes); otros tres en la avenida de Cáceres (San Juan-Santa Isabel, Peri San Lázaro y Josefinas) y uno en la avenida de Extremadura con Santa Lucía.

TELÉFONO MÓVIL / Según se detalla en el pliego de condiciones, la principal novedad de estos semáforos inteligentes es el uso de la tecnología Passblue, un sistema que mejora la autonomía de las personas ciegas gracias a una aplicación en el teléfono móvil (‘Beepcons’, desarrollada por la empresa Ilunion, de la ONCE) o un mando a distancia de bolsillo que deberá aportar el interesado y que le avisa por Bluethoot de la cercanía de un paso de peatones y de si el semáforo está en rojo o verde.

De esta forma, «se controlan las emisiones de sonido en el momento en que sea operativo, quedando inactivas cuando no sea necesario», detalla el pliego, que apunta además que con ello se reduce la contaminación acústica y las molestias que causan al resto de usuarios este tipo de ruidos.