El subsuelo emeritense esconde incontables tesoros de un pasado glorioso, algunos de los cuales han salido a la luz para poder ser contemplados de forma permanente y otros han vuelto a ocultarse bajo el manto del asfalto tras ser supervisados por parte del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida. Los mosaicos romanos dan buena cuenta del majestuoso legado que posee la ciudad, de ahí que tenga la mejor colección de España en lo que a estos elementos decorativos se refiere. Desde principios del siglo XX y hasta el año 2015, se habían descubierto 132 mosaicos en la capital autonómica, según lo recogido por la conservadora y restauradora del Consorcio Mary Paz Pérez, en su tesis doctoral que recientemente se ha publicado en formato digital.

El director del organismo monumental, Félix Palma, considera que estos dígitos harían de Mérida la ciudad española con mayor número de mosaicos conocidos. Así lo señala en un artículo publicado en el Boletín Foro del mes de marzo, una publicación que edita trimestralmente el Consorcio para hacer llegar a los ciudadanos los avances que se van produciendo en el proyecto de gestión patrimonial emeritense. En el Museo Nacional de Arte Romano se exhibe una buena muestra de estos mosaicos, mientras que en el hemiciclo de la Asamblea se puede admirar el que se halló en 1978 en la calle Benito Toresano. Estos son solo dos ejemplos, pues hay otros recintos para deleitarse con ellos.

Palma explica que «estas bellas alfombras pétreas» solían decorar los diferentes ámbitos de las casas romanas, llenándolas de variados tonos y escenografías: vida cotidiana, caza de animales, mitología, luchas de gladiadores, carreras de caballos o motivos geométricos. «A lo largo de todo el vasto Imperio Romano se podían admirar estos magníficos pavimentos de opus tessellatum. Y Mérida, la gran Augusta Emerita, no fue una excepción», sostiene. Entre estos 132 mosaicos emeritenses conocidos, destacan los que pavimentarían algunas de las grandes domus que dominaban el ámbito periurbano de la antigua colonia romana, como las conocidas Casa del Anfiteatro y Casa del Mitreo. 

El mosaico cosmogónico de la Casa del Mitreo. CONSORCIO

En la Casa del Anfiteatro, se puede disfrutar de hasta 708 metros cuadrados de pavimentos musivos, entre los que resaltan el denominado mosaico de otoño, con la pisa de las uvas, y el de los peces. Por su parte, en la Casa del Mitreo sobresale el mosaico cosmogónico, considerado uno de los mejores conservados de todo el Imperio Romano, y sobre el que ya se han realizado unos estudios previos que están destinados a su futura conservación y restauración, gracias a una inversión de 53.133,52 euros por parte del Ministerio de Cultura y Deporte.

En mayo del pasado año, durante la realización de unas zanjas para la acometida del gas en la calle Benito Toresano, el equipo de seguimiento del consorcio pudo documentar parte de un mosaico de época romana. «Este hallazgo, sin duda excepcional, forma parte de la normalidad de Mérida, de su cotidianeidad», destaca el director del organismo. Se trataba de un mosaico polícromo decorado con motivos geométricos datado a finales del s. III o principios del s. IV d.C. Su contemplación solo pudo ser parcial, ya que continuaba bajo el acerado y las casas colindantes, por ello, se decidió que permaneciera in situ dentro de su contexto original. «Seguiremos investigando, conservando y difundiendo el conjunto histórico-arqueológico de Mérida, Patrimonio de la Humanidad, a la espera del próximo hallazgo, dentro de esa ‘extraordinaria normalidad’ que es Mérida», subraya Palma.