Una cita a ciegas con los mejores quesos de la feria

La cata-concurso de la Feria Nacional del Queso de Trujillo es una de las citas más esperadas por las queserías que desde el jueves muestran su producción en el certamen. Y lo es porque ganar en una de las cuatro variedades de queso que se premian es reconocer el esfuerzo de una trayectoria y la culminación de un proyecto profesional. En el caso de los que ya lo han ganado, el galardón es la demostración de que siguen haciendo las cosas bien.

Un buen ejemplo es la Quesería Ganadera que ha ganado el concurso en la variedad de pasta blanda de oveja con su torta del Casar Don Rebesino tres años consecutivos. "Sí lo notamos, porque en la feria agotamos existencias de la torta, la gente viene a comprarla porque ha ganado el concurso y luego a lo largo del año, también se nota en las ventas", afirmaba Juan Antonio Barquero, socio de la quesería.

Otro ejemplo: las queserías que han obtenido el galardón a lo largo de estos años de la feria exhiben en lugar bien visible los diplomas que los acreditan.

El director del jurado de la cata concurso, Gabriel Fernández, veterinario del Servicio Extremeño de Salud que trabaja en el área de salud alimentaria, tiene muy claro el valor profesional y empresarial del premio. Por eso, como responsable del jurado, cuida con mimo todos los detalles para, por un lado, asegurar la imparcialidad del resultado, "por eso es una cata ciega y por eso el jurado lo forman personas que no están vinculadas al sector quesero, aunque también hay entendidos en quesos y del sector hostelero", explicaba ayer Fernández. "Lo que pretendemos es que el jurado sea muy heterogéno y que sea muy representativo de los mismos consumidores que prueban todo tipo de quesos en la feria".

Una veintena de personas decidirán esta misma mañana cuáles son los mejores quesos de la feria, en cada una de las cuatro variedades que se puntúan: pasta blanda y dura de oveja y pasta blanda y dura de cabra. Y los elegirán de entre las 70 u 80 piezas que se presentaron ayer por la tarde al concurso, sin ningún distintivo.

Explicaba el director del jurado que la puntuación es del uno al diez y se valoran: presentación, color, textura, olor y sabor. Cada miembro del jurado otorga una puntación a cada apartado y después un programa informático hace el "índice de apreciación", es decir, introduciendo variables se obtiene el resultado más exacto posible de todos los puntos del jurado.

Respecto al desarrollo del concurso, Gabriel Fernández apuntaba a la valoración de los quesos de oveja de pasta blanda --tortas de queso-- "porque hay muchas en la feria y en general muy buenas, por lo que es difícil para el jurado puntuarlas". La variedad donde hay menos problemas es en pasta blanda de cabra, "precisamente porque esta variedad de queso es minoritaria".