Juan Miguel Bergua ha convertido al hospital San Pedro de Alcántara en un referente en Investigación en Hematología dentro de Extremadura. Además cuenta con el apoyo de los hospitales comarcales, circunstancia esencial cuando una comunidad autónoma, como es el caso de la extremeña, está muy atomizada.

-A veces tenemos la idea de que la investigación solo se realiza en hospitales de grandes ciudades. Su trabajo en el Hospital San Pedro de Alcántara desmiente todo esto ¿verdad?

-Tenemos activos cerca de 40 ensayos clínicos. Hemos publicado en las mejores revistas de hemato oncología y somos los segundos máximos reclutadores en patologías como leucemias agudas o linfomas de alto grado. La verdad es que podemos ofertar fármacos pioneros y tratamientos que, de otra manera, serían muy difíciles de obtener para pacientes de muy mal pronóstico. Estamos contentos. Hemos montado una muy buena unidad de ensayos clínicos que podemos ofrecer a todos los pacientes de la región.

-¿Sabemos más sobre la leucemia, el linfoma y el mieloma múltiple desde que pusieron en marcha sus labores de investigación?

-Ha mejorado la calidad del Servicio de Hematología, sobre todo, cuanto tienes la posibilidad de hacer ensayos clínicos y la posibilidad de ofertar tratamientos que solamente se podrían dar en hospitales en Estados Unidos, Italia, Francia, Alemania o Inglaterra. Eso aumenta la calidad de las atenciones a los pacientes. Entrar en ensayos clínicos significa que tienes que pasar un filtro muy exigente en cuanto a calidad, atención del paciente y resultados, en comunicación de efectos graves, recogida de datos, y la posibilidad de disponer de datos de laboratorio que antes eran muy difíciles de conseguir. La calidad de atención en pacientes con leucemia aguda, linfomas o mielomas ha crecido mucho en nuestro servicio. Tenemos un servicio que realiza 50 trasplantes autólogos de médula ósea al año y que tiene una carga asistencial bastante grande. Hay grandes hospitales en Madrid que no hacen tanto como hacemos nosotros en Cáceres.

-¿Qué ensayos clínicos está realizando en la actualidad y sobre qué aspectos concretos?

Hacemos ensayos clínicos con inhibidores de una mutación frecuente que es la FLT3, en leucemia aguda mieloblástica. También hacemos ensayos clínicos con inhibidores de BCL2 como el Venetoclax, que va a cambiar el tratamiento de la leucemia aguda tanto en ancianos como en jóvenes, con menos toxicidad y mucha más efectividad. Tenemos ensayos clínicos con anticuerpos monoclonales del tipo BITE. Incluso podemos hacer ensayos clínicos con anti-CD30. Ensayamos con nuevas moléculas y con anticuerpos monoclonales nuevos, como el belantamap. Tenemos una gran oferta de ensayos clínicos para patologías graves, por lo que los pacientes se benefician mucho.

-Tiene usted además una fuerte y activa relación con el Programa Español de Tratamientos en Hematología de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia. ¿Cuáles son las principales líneas de trabajo?

-Mejorar la excelencia y el desarrollo de nuevos ensayos clínicos. En leucemia aguda tenemos siete ensayos clínicos desarrollados y estamos contentos con la participación. En uno de ello somos el segundo servicio que más pacientes aporta a ensayos clínicos en el país. Todo ello ha significado un aumento del trabajo pero también de las oportunidades, en cuanto a mejoría de la calidad del servicio y atención al paciente.

-¿Cómo ha conseguido convertir el San Pedro de Alcántara en una referencia en Investigación en Hematología dentro de Extremadura?

-Después de 16 años de trabajo tuvimos una oportunidad con un ensayo clínico de fase 1 desde Inglaterra. A partir de la inversión lograda pudimos contratar dos data manager para poder meter los datos de los ensayos. A partir de ahí fue creciendo la cantidad de ensayos y de data managers. Tenemos dos enfermeros y un farmacéutico en el equipo. Fuimos invirtiendo en la contratación de más personal para hacer frente al trabajo. Quiero destacar la labor realizada por mis compañeros del Servicio de Hematología, pues sin ellos no se hubieran podido alcanzar estos logros. También agradezco al resto de hematólogos de la región que nos refieren pacientes para incluirlos dentro de los ensayos. Es un trabajo de colaboración entre todos y gracias a él podemos optar a fármacos que sería difícil administrar a pacientes en otras circunstancias. Yo estoy al frente de uno de los ensayos clínicos con venetoclax, un fármaco que constituye una gran opción en el tratamiento de la Leucemia Aguda Mieloblástica y que solamente puede accederse actualmente en forma de ensayos clínicos. Celgene en el tema de mielomas y linfomas nos ha apoyado desde el principio.

-¿Qué función desempeña el apoyo de los hospitales comarcales de la zona?

-Nos remiten y diagnostican pacientes. Colaboran en el control del paciente, que son personas que a veces están lejos. Siempre hemos tratado de conseguir apoyos de transporte para los pacientes, pero sin el apoyo de los hospitales comarcales y de los compañeros del Hospital Infanta Cristina nunca hubiéramos podido hacer eso. Es una labor conjunta de todos los servicios de hematología de la región. Sin ellos sería imposible.

-¿Qué papel juega la industria farmacéutica en la labor que desempeña a diario?

-Nos apoyó, sobre todo, al principio, cuando no teníamos muchas bases para poder hacer esta labor. Hemos trabajado codo con codo con los laboratorios y con Fundesalud, que es que la que nos ha aportado los fondos y encauza las colaboraciones en los ensayos.

Los tratamientos que se tienen en oncohematología dependen de que haya nuevos fármacos y para saber que estos funcionan se necesitan ensayos clínicos. No podemos decir nosotros que un fármaco es mejor que otro si no tenemos el aval de un experimento en casos en humanos. Eso es lo que diferencia hacer medicina de la charlatanería. Hay tratamientos muy caros a los que podemos optar gracias a los ensayos clínicos y descargamos el presupuesto de farmacia en la región en una cuantía muy importante, siempre haciendo lo que sea mejor para los pacientes.

-¿Es difícil centrarse en unas patologías concretas cuando, aparentemente, toda la sociedad y esfuerzos se están centrando en la pandemia?

-La pandemia pasará después de que la gente se vacune y esto continuará. Son temas independientes. El año pasado tuvimos once pacientes con leucemia agua y trasplantados infectados con coronavirus. La pandemia es importante, pero cuando pase la vida seguirá y seguirá habiendo pacientes con leucemia, con linfoma, con mieloma que tendrán que ser tratados... No es un número de pacientes bajo y que suponen una carga pesada para los hospitales. Hacemos trasplante autólogo pero aún no alogénico. No hemos podido acceder a los nuevos ensayos que se nos hubieran propuesto si hubiéramos podido hacer trasplantes alogénicos, incluyendo la posibilidad de tratamientos con terapia con células CART.