Tiene 62 años y ha trabajado en la fruta, en la fábrica, en la ayuda a domicilio... pero siempre compaginándolo con su labor de ama de casa. Natividad Jiménez Vecilla, 63 años, de la localidad pacense de Valdelacalzada, es una de las protagonistas del videoclip ‘Es el momento’ del colectivo de mujeres de Vegas Bajas. Con este grito de guerra exigen que se valore su trabajo doméstico siempre en la sombra.

- El trabajo de ama de casa parece que no tiene horarios ni descanso, ¿no?

- Es que al final no paras nunca como no te plantes, porque siempre hay cosas que hacer. Y es un trabajo que no tiene reconocimiento alguno. Nunca se ha valorado esta labor continua que hacemos.

- Pero usted además de ama de casa, también ha trabajado fuera, ¿no?

- Ahora sí soy solo ama de casa, pero durante mucho tiempo también estuve en fábricas y cooperativas de fruta. El último trabajo que he tenido ha sido de asistenta de ayuda a domicilio. Pero es que también he ido al campo a ayudar a mis padres y a mis hermanos, pero ahí no cobraba, de manera que tampoco me valoraban, lo mismo que ocurre con ser ama de casa.

- ¿Qué implicación ha tenido su marido en las labores domésticas?

- Mi marido me ha ayudado, pero no es que se haya remangado a cada momento. Cuando ha tenido más trabajo, pues ha hecho menos, y ahora que ya está jubilado él se encarga de hacer la compra y de cuidar las macetas. El patio está precioso gracias a él.

- ¿Qué siente que han ganado la generaciones posteriores a la suya?

- Mira, yo tengo dos hijas treinteañeras y veo que pasan más de las casas, que no están tan sacrificadas como lo hemos estado nosotras siempre. Veo muy bien que no sean esclavas. Hombre, ellas tienen sus casas limpias, pero no se matan como nosotras, que madre mía lo que nos entraba por el cuerpo si no limpiábamos... Es que veníamos de trabajar fuera y teníamos que barrer, fregar... Y ahora la gente joven usa las casas para vivir, no como antes que éramos esclavas de la limpieza. Yo la verdad es que ya he abierto los ojos en ese sentido.

- ¿Qué más diferencias ve?

- Debo decir que he sido muy adelantada a mis tiempos, me he considerado muy moderna. Por ejemplo, siempre me ha parecido muy bonita esa libertad de relacionarte con chicos y chicas, que si no había una amiga para salir, pues había un amigo. Y era lo mismo. Y como yo lo he vivido así, pues mis hijas también. Ellas han traído amigos a casa, y a mí no me ha importado si han tenido que meterse solos en la habitación a estudiar.

- Y ahora, ¿qué lucha queda por delante?

- Pues yo voy a destacar que tenemos que conseguir que nos valoren. Por eso el vídeo que hemos hecho lo debe ver todo el mundo, hombres y mujeres, para que entiendan la labor tan sacrificada y tan poco reconocida que hemos estado haciendo en la sombra.