La historia de un grupo de refugiados que son acogidos en un antiguo puticlub de Sevilla, narrada en Bienvenidos a España, es el último trabajo de Silvia Venegas (Santa Marta, 1982), estrenada el pasado año. Ganadora de un Goya, esta extremeña ha centrado su carrera en documentales de temática social y está al frente de la productora Making DOC desde 2010. 

-¿Qué supuso para usted el Goya al mejor corto documental en 2020?

-El Premio Goya para Nuestra vida como niños refugiados en Europa fue muy importante para que este cortometraje documental llegase a más personas.

-¿Usted elige sus historias o ellas llegan a usted?

-En mi trayectoria profesional algunas veces ellas han llegado a mí y en otras he elegido las historias. Cuando empezamos a hacer documentales nos interesaban unos países en concreto, que tenían en común haber sufrido un conflicto reciente como fue el caso de Kosovo, Sierra Leona o Afganistán. Queríamos contar cómo vivían las personas en esos países y buscábamos las historias y los protagonistas que mejor podían contarlo. En otras ocasiones, unas películas nos han ido llevando a otras, como en el caso de Nuestra vida como niños refugiados en Europa, que nació después de conocer a menores no acompañados que habían llegado a Suecia. Estos jóvenes asistieron a una proyección de Boxing for Freedom y al finalizar se acercaron a nosotros para contarnos sus historias. 

-¿Cree que hay una “voz femenina” para contar historias?

-Cada uno de nosotros tiene una voz propia. Creo que existe una mirada autoral que está presente cuando creamos películas cinematográficas donde están las cosas que nos preocupan, nuestras pasiones, nuestros miedos y nuestras propias experiencias. 

-En Boxing for Freedom contaba la historia de dos hermanas boxeadoras en Afganistán, ¿cómo fue vivir esa lucha?

-Sadaf y Shabnam Rahimi eran las mejores boxeadores de Afganistán y un referentes para otras niñas porque además de hacer deporte estudiaban y viajaban. En el documental se siguen cuatro años de sus vidas, sintiendo con ellas sus momentos más felices y los más difíciles. Las dos debían enfrentarse a las tradiciones de su país, al miedo y a su propio destino para ser una mujer libre. Para mí fue inspirador conocerlas.

-Allí ha vuelto el régimen talibán y las mujeres vuelven a ponerse en peligro para defender sus derechos básicos...

-Nuestra película se desarrolla entre los años 2012 y 2014. Durante ese periodo ya existió un retroceso de los derechos de las mujeres en Afganistán, como aparece en el documental. Los derechos de las mujeres en muchos países son derechos de segunda, o incluso ni existen, ni están consideradas seres humanos. En el caso de España no podemos olvidar a las mujeres víctimas de violencia de género y las otras violencias que sufrimos.