El alcalde de Navalmoral de la Mata, Rafael Mateos, aseguró ayer que salió "con los pies fríos y la cabeza caliente" del encuentro que mantuvo con el director general de Promocion Industrial, Juan Carlos Chávez, para recibir información sobre los trámites de construcción de un nuevo polígono en la ciudad.

"He echado el viaje en balde, porque iba a recibir información y todo ha sido echar balones fuera", lamentó el alcalde, quien dijo que Navalmoral "no puede esperar más". Ayer mismo, en su ausencia, la concejala de Desarrollo, Belén Vázquez, atendió a dos empresarios interesados en instalar sus industrias en Navalmoral "de forma urgente".

"Una de ellas quiere instalarse de forma tan inmediata que no puede esperar a que se urbanicen los terrenos de la carretera de Jarandilla", explicó Mateos, quien salió "decepcionado" del encuentro de Mérida.

El ayuntamiento dispone de dos posibilidades para generar suelo industrial: una es en el Polígono de La Hilera, junto a la autovía, en dirección a Madrid, donde tiene 46 hectáreas fruto de una permuta acordada con unos particulares. La otra opción es esperar a que el Gobierno regional dé luz verde al polígono que prometió en su día para la ciudad, de más de 200 hectáreas de superficie. El alcalde viajó a Mérida para saber si la puesta en marcha del macropolígono condicionaría al de La Hilera, pero no obtuvo respuesta. El ayuntamiento está dispuesto a utilizar la figura del agente urbanizador para desbloquear la situación y disponer de suelo industrial que permita a las empresas invertir en la ciudad.