El Ayuntamiento de Navalmoral de la Mata y la Fundación Laboral de la Construcción (FLC) han puesto fin al convenio de colaboración que llevaba en vigor desde el año 2004 y que había generado más de una polémica.

El portavoz municipal, José Demófilo Pascual, ha explicado que ambas partes han acordado "en un clima de colaboración" la extinción del convenio por el cual la fundación utilizaba las naves municipales situadas frente a la Charca Mayen para impartir cursos relacionados con el sector de la construcción.

El gerente de la fundación, Pedro Pérez Francés, se reunió en el Ayuntamiento a finales de septiembre con el alcalde, Rafael Mateos, y la edil de Desarrollo, Belén Vázquez, para abordar el tema y hace unos días Pérez Francés remitió una carta al Ayuntamiento en la que expresaba la renuencia del colectivo al que representa.

En el escrito, la Fundación Laboral de la Construcción "entiende finalizado el convenio de cesión de instalaciones municipales ante la imposibilidad de desarrollar formación ocupacional por falta de programación en la oferta pública".

Por esto, se reconoce "la necesidad de liberar las instalaciones para la utilización en actividades de otros sectores".

"Con objeto de poder mantener la atención a los trabajadores del Sector de la Construcción en Navalmoral de la Mata, planteamos la cesión del mobiliario docente de las aulas y oficina, así como los equipos de climatización al Ayuntamiento a fondo perdido", explicita el escrito.

La Fundación Laboral de la Construcción plantea la posibilidad de desarrollar bajo convenios puntuales o con autorización del ayuntamiento futuras actividades docentes que pudieran interesar a ambas instituciones.

Pascual ha agradecido la disposición de la fundación y ha asegurado que "bien está lo que bien acaba, la colaboración sigue abierta".

El ayuntamiento ya informó en septiembre de 2009 de que sus servicios jurídicos estaban estudiando el convenio suscrito en su día con la Fundación Laboral de la Construcción con el objetivo de intentar poner fin al mismo debido a la insatisfacción generada por los resultados del mismo.

Entonces, la edil de Desarrollo, Belén Vázquez, se mostró contrariada por los resultados logrados por el convenio suscrito en 2004.

El ayuntamiento consideraba que se deberían haber impartido más cursos de formación y menos especializados, ya que los jóvenes y los desempleados no habían recibido el beneficio que se esperaba por la firma del convenio.

El convenio se suscribió el 3 de diciembre de 2004 y se prorrogó de forma automática en 2006 hasta el año 2012, ya que el acuerdo tenía una vigencia de cuatro años, pero establecía que a los dos el ayuntamiento podía denunciarlo con el fin de no prorrogarlo.

Al no hacerlo, el convenio se prorrogó por cuatro años más, por lo que aún permanecía en vigor.