Entre uno y dos conductores de cada 100 dan positivo en los test de alcoholemia que realiza este mes la Guardia Civil en las carreteras de la provincia cacereña. Los controles, unos 140 mensuales, se han reforzado con otros 20 especiales entre el 10 y el 20 de diciembre (día y noche), siguiendo las directrices de la DGT, para paliar el exceso de consumo de alcohol en las reuniones familiares y de compañeros. Los agentes realizaron hasta el día 14 un total de 1911 test, de los que 1.782 dieron negativo y 29 positivo. De éstos, tres acabaron en detención por delitos contra la seguridad del tráfico.

El promedio indica que el 1,6% de los conductores han arrojado un resultado positivo desde el 1 de diciembre en las carreteras cacereñas, cifra ligeramente superior al 1,2% habitual. "Durante los fines de semana esta media se eleva al 2,5%, y cuando se trata de implicados en una infracción o accidente, llega al 7%", indica el capitán del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Cáceres, Agustín Merino.

DOS CERVEZAS Aunque la población está más concienciada, todavía queda mucha labor por delante. Sólo con dos latas de cerveza, dos vinos o un whisky puede alcanzarse la tasa máxima permitida para los conductores: 0,25 miligramos de alcohol por litro de aire expirado (0,15 para noveles y profesionales). En todos los casos se trata de una infracción muy grave, que puede llegar a los 600 euros de multa y tres meses de retirada del carnet.

Si se supera esta tasa comienzan los efectos negativos del alcohol, aunque el usuario considere que controla la situación: las señales se perciben peor, merma la capacidad de reaccionar ante los estímulos, se altera el comportamiento, se asumen más riesgos de los habituales... Las pruebas de alcoholemia han resultado ser una medida preventiva y efectiva. Están obligados a someterse todos los conductores de vehículos y bicicletas cuando la autoridad lo requiera en un control, y los usuarios de la vía implicados en un accidente o en una infracción.

La Guardia Civil emplea un etilómetro digital para realizar un muestreo simple, sin valor legal. Pero si el usuario da positivo, tiene derecho someterse a dos nuevos test en otro etilómetro de precisión que sirve como prueba en casos judiciales. Si el conductor arroja una tasa entre 0,25 y 0,75, los agentes le denuncian. Si es superior, instruyen diligencias y las remiten al juez por un delito contra la seguridad del tráfico. En todos los casos el vehículo queda inmovilizado, salvo que algún acompañante sobrio lo traslade. La Guardia Civil ofrece la posibilidad de avisar a un taxi o una grúa.