Han manifestado ante la juez que no se conocen entre ellos y que nada han tenido que ver con el robo perpetrado la madrugada del sábado en una nave del polígono de Las Capellanías, pero la información facilitada ayer por el Ministerio de Interior sobre la operación policial en la que resultaron detenidos, y la posterior investigación, demuestran lo contrario.

Y es que según la información policial aportada a este diario, se ha confirmado que los 14 detenidos en la ciudad, todos ellos de nacionalidad rumana y de edades comprendidas entre los 18 y 46 años, "cuentan con numerosos antecedentes policiales" y también "numerosas reclamaciones judiciales de otras ciudades por hechos similares" a los cometidos en Cáceres.

Son datos referentes a los detenidos que ha confirmado la policía que, con respecto a la operación policial en sí, detalló ayer algunos aspectos no revelados hasta ahora. Se pusieron así de manifiesto, entre otros hechos, que fueron cinco de los 14 detenidos los que "intervinieron materialmente" en el robo efectuado en la nave industrial, pues todos ellos circulaban en la furgoneta que fue interceptada con el material robado y que también había sido sustraída en la misma empresa.

Fue precisamente "el gran peso" con el que circulaba esta furgoneta, apreciado por los agentes que se encontraban de patrulla por Las Capellanías en un coche camuflado, lo que levantó las sospechas e hizo que actuarán dándoles el alto. Pero los ocupantes de la furgoneta, añade la información policial, "lejos de obedecer las indicaciones policiales comenzaron una rápida huída, tratando en varias ocasiones de arrojar al vehículo policial fuera de la calzada". Finalmente, en la vía de servicio de la N-630, a la altura del Colegio San Antonio, "el conductor de la furgoneta perdió el control y se salió de la calzada, momento en el que sus cinco ocupantes emprendieron una veloz huída a pie".

Y respecto a las heridas sufridas por uno de los detenidos se explica que, tras darles a los huidos constantes advertencias de "alto policía" y haber efectuado varios disparos al aire, uno de los agentes consiguió alcanzar a uno de ellos, "momento en que el resto de los delincuentes se volvieron y le agredieron con palos que había en las inmediaciones y lanzándole grandes piedras, situación ante la cual, y para evitar que el agente actuante pudiera sufrir lesiones, un segundo policia se vio obligado a efectuar disparos intimidatorios, uno de los cuales impactó en la muñeca de uno de ellos".