Convivieron durante dos años. Las discusiones eran normales desde el principio pero al cabo del tiempo comenzaron la violencia y la agresividad. Constantemente, según ha probado el juzgado de lo penal, él se refería a su pareja con expresiones como "no vales para nada", la insultaba y en alguna ocasión la tiraba al suelo o a la basura.

Después las agresiones pasaron a ser físicas. Se sucedían al menos una vez a la semana y terminaban siempre con amenazas de muerte diciéndole que "la iba a matar" y que la pegaba porque ella le provocaba. La última vez que la agredió le dio un fuerte golpe en la cabeza, un puñetazo en la barriga, una patada en el tobillo y la escupió.

Por el delito de maltrato habitual el acusado deberá cumplir 2 años de prisión, por violencia de género 75 días de trabajos a la comunidad, por amenazas 80 días de trabajos y por injurias 8 días de localización permanente. No podrá acercarse a ella durante 5 años y 5 meses. Debe indemnizarla con 2.330 euros.