Veinticinco jóvenes cacereños recibieron a las tres de la madrugada del pasado 24 de mayo un cheque regalo con 20 € para gasolina. ¿Por qué? Por no haber bebido una pizca de alcohol en toda la noche. La iniciativa forma parte de la acción desarrollada por La Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE), el Ayuntamiento de Cáceres y la Universidad de Extremadura, con el fin de impartir pautas y herramientas para una ingesta moderada de alcohol, y evitar los excesos.

«Promovemos el consumo responsable en la población adulta, que debe ser 0,0 entre los colectivos de riesgo como menores, embarazada y personas que van a ponerse al volante», explican a este diario desde el gabinete de comunicación de FEBE en Madrid, que repetirá esta experiencia en Cáceres y de hecho ya se plantea el mes de octubre como próxima fecha.

La iniciativa ha girado en torno a dos jornadas. Durante la primera, FEBE ha impartido formación a 40 estudiantes de tercer curso del grado de Educación Social de la Universidad de Extremadura, con orientaciones para realizar un consumo responsable de alcohol. Estas pautas recomiendan no ingerir más de 30 gramos diarios en hombres y 20 gramos en mujeres, descansando dos días a la semana. Pero sobre todo, FEBE aconseja extremar las precauciones en circunstancias como la conducción.

Los universitarios han aprendido qué es el alcohol, sus efectos en el organismo, sus aspectos biológicos y físicos, y los mitos existentes sobre su consumo. Pero sobre todo, a través de esta jornada, los jóvenes no solo se han concienciado, «sino que además se han convertido en divulgadores y prescriptores ideales de estos mensajes para hacerlos llegar a sus compañeros, y generar entre ellos comportamientos responsables», indican desde FEBE. De esta manera, el mensaje positivo se amplifica a modo de altavoz.

Y para fomentar tal efecto, se ha organizado una segunda jornada, denominada ‘Noc-turnos’, que promueve el consumo 0,0 antes de conducir y la figura del conductor alternativo, de modo que los jóvenes se acostumbren a elegir a alguien dentro del grupo de amigos que se comprometa a no beber para llevar el coche. En concreto, la campaña se desarrolló entre las 23.00 horas y las 3.00 de la madrugada del último jueves de mayo, en un estand ubicado en la plaza Mayor.

Diez estudiantes voluntarios de los que se habían formado en la jornada del campus, divulgaron el sentido de la iniciativa entre los jóvenes que disfrutaban de la noche en la zona. Un total de veinticinco se ofrecieron a superar el reto: someterse a continuos controles de alcoholemia durante la madrugada, para demostrar que existe diversión sin alcohol, y que no pasa nada si hay que abstenerse por circunstancias como la conducción.

Todos los jóvenes lograron ir sellando el pasaporte entregado para la ocasión, sin marcar un ápice de alcohol en los controles realizados a distintas horas. De regalo, 20 € en carburante que ellos sí podrán disfrutar con total seguridad al volante.