Casi tres millones de euros se tendrán que destinar en 2018 al pago de las amortizaciones e intereses de los cinco créditos que tiene vivos el ayuntamiento. La mayor cantidad se la lleva el préstamo con CaixaBank con el que se pagaron expropiaciones cuyo justiprecio se fijó en sentencias. Los siguientes son los créditos con el Banco Santander, contratado en 2008, y con el BBVA, firmado en 2016, para el pago de inversiones. Con los dos restantes se abonaron deudas a proveedores y sentencias.