Condenar la violencia de género fue el propósito del acto celebrado en el Complejo San Francisco de la ciudad cacereña. Bajo el título 'Sin futuros violentos, no lamentaremos futuras víctimas', la subdelegada del Gobierno, María Jerónima Sayagués, apuntó cifras relativas a la provincia de Cáceres, en la que más de 635 mujeres mantienen en vigor órdenes de protección, de las cuales 7 son menores y 8 han cumplido la mayoría de edad este mismo año. Del total de mujeres víctimas de violencia de género, 79 son usuarias del sistema de teleasistencia. Respecto a los agresores, cinco llevan pulsera.

En el homenaje, presidido por la subdelegada, también estuvieron presentes Marisa Caldera, concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Cáceres, Pilar Pérez García, delegada provincial de Educación en Cáceres, Aurelio Blanco Peñalver, fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, María José Ordóñez, directora del Instituto de la Mujer, y María Luz Regidor, diputada provincial.

Jerónima Sayagués destacó que si alarmantes son las cifras que hacen referencia a las víctimas adolescentes, "más escalofriantes son aún las cifras de los varones jóvenes que afirman haber ejercido violencia de género".

SENSIBILIZACION Al acto, que tuvo lugar ayer, acudieron más de 200 alumnos de siete centros educativos que portaron carteles con los nombres y edades de todas y cada una de las víctimas de violencia de género del 2013.

En la última década, más de 700 mujeres han fallecido a causa de la violencia de género en España. En lo que va de año, según datos actualizados al 12 de noviembre por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, la cifra asciende a 44 mujeres víctimas mortales.

En el caso de Extremadura, el único caso de fallecimiento por violencia de género en 2013 tuvo lugar en la provincia de Badajoz. El 5 de agosto, Catalina Tolosa, de 69 años, murió a causa de las lesiones que le causó su marido, quien incumplió una orden de alejamiento que tenía impuesta por el juez. El matrimonio estaba en trámites de divorcio.

El homenaje finalizó con un minuto de silencio, que fue roto a su término por la cantante cacereña de copla, Pilar Boyero, y el guitarrista Aurelio Gallardo.