TEtl Partido Popular ha abandonado una comisión en el Ayuntamiento de Cáceres.

No es la primera vez que un partido lleva a cabo semejante acción. Cuando un partido político abandona una institución está refutando las razones que le hacen posible, porque las instituciones nacen como consecuencia de un pacto social en virtud del cual los acuerdos y desacuerdos se sustancian en ellas a través del diálogo y las votaciones en las que los protagonistas son los partidos como representantes de los ciudadanos.

Abandonar una institución es estafar a los votantes que los han elegido para estar en ellas, pues para protestar o manifestar opiniones fuera de las instituciones no son necesarios los partidos. Incluso cuando las instituciones no funcionan como deben, o se piensa que incumplen alguna regla, la única manera de arreglarlas es permanecer en ellas exigiendo y aportando las soluciones pertinentes. Y, en última instancia, recurriendo a los tribunales.

Por otra parte, las reglas de juego de la política democrática no conducen necesariamente al acuerdo en todo, sino que son necesarias las discrepancias. Porque la diversidad de opiniones no es un invento de la democracia. Está en la sociedad y la democracia lo único que hace es proporcionar los medios para que se expresen organizadamente. Abandonar una institución es dejar sin voz ni votos a una importante parte de los ciudadanos, una omisión del deber de un partido y colabora en el desprestigio de las instituciones y de la misma vida democrática.