EL SINIESTRO se produjo en la mañana del pasado 5 de enero y el equipo de atestados se hizo cargo de las diligencias. También fue necesario intervenir el 6 de enero en la carretera de subida a la Sierrilla para retirar unos caballos que se encontraban en la calzada. Este mismo hecho se repitió el pasado lunes cuando varias vacas suponían un peligro al estar sueltas en la urbanización Ceres-Golf.