El consejero de Sanidad de la Junta, José María Vergeles, explicó ayer que el acelerador lineal para los tratamientos del servicio de Oncología Radioterápica que tendrá el nuevo hospital de Cáceres será de «altas prestaciones». Por tanto, permitirá reducir a 5 sesiones patologías que pueden requerir 30 o 35, con mejores resultados, ya que se ahorran daños en los tejidos que rodean el tumor, según precisó el gerente del Área de Salud de Cáceres, José Calvo.

Vergeles valoró que dicho servicio «sea público» y agregó que se podrán realizar estos tratamiento durante las intervenciones quirúrgicas y de forma más selectiva, cuando sea necesario reducir el tamaño del tumor a extirpar.

El consejero matizó que la apertura de la primera fase del hospital está prevista en noviembre de este año. Sin embargo, lamentó que la nueva financiación autonómica para Extremadura suponga un descenso de ingresos de 380 millones de € en Sanidad, puesto que, según precisó, hay un déficit existente de 180 millones y, con los nuevos modelos, recibiría unos 200 millones menos al año. «Esto supondrá no tener unos adecuados servicios públicos», dijo Vergeles, que reiteró la idea de devolver las competencias.

Por su parte, el presidente del PP de Extremadura, José Antonio Monago, presagió ayer que el nuevo hospital «será en realidad un medio hospital», y que no supondrá la solución para el Área de Salud de Cáceres. También desde el Gobierno local, su portavoz, Rafael Mateos, criticó ayer que se retrase otra vez la apertura del nuevo complejo, en principio prevista para el primer semestre.

«El delegado comercial de Ambulancias Tenorio (dijo Monago en alusión a Vergeles) no puede seguir mintiendo a la ciudadanía». Además, aseveró que «no va haber una segunda fase del hospital, sencillamente porque los presupuestos no lo contemplan».