Luis Jueguen, uno de los 17 procesados por intentar introducir dos toneladas de cocaína por las costas gallegas en 1991, negó ayer su participación en los hechos y dijo que otros acusados le han implicado en esto "por ser amigo" del conocido abogado cacereño Pablo Vioque, supuesto máximo responsable de la operación de narcotráfico.

Jueguen, exvicepresidente de la Cámara de Comercio de Vilagarcía de Arousa y para quien la fiscalía antidroga de la Audiencia Nacional solicita 15 años de cárcel, aseguró también que "es totalmente falso que el abogado Vioque, que se enfrenta 20 años de cárcel, le propusiera participar en la operación, informa Efe.

"Vioque --exsecretario de la citada cámara-- sabía mi forma de pensar, era mi amigo y nunca me propondría nada de eso", aseguró Jueguen durante la vista de ayer en la Audiencia Nacional. Asimismo afirmó que "conocía de vista" a los procesados Manuel Vázquez y Juan Carlos Sotelo, conocidos como los Piturros , pero aseguró que "mienten" a la hora de implicarle en la operación.

EN CASA DE VIOQUE

También negó haberse reunido nunca con ellos para preparar la operación ni en casa de Vioque ni en la Cámara de Comercio y reiteró en numerosas ocasiones que nunca ha tenido relación alguna con ciudadanos colombianos.

La detención de Vioque y de los otros 14 procesados en esta causa se produjo a raíz de que Sotelo y Vázquez, para los que el fiscal pide nueve años de cárcel, decidieran delatar a los presuntos responsables de la operación ante el exjuez Gómez de Liaño.

También se sientan en el banquillo de los acusados Manuel Carballo y Francisco Fernández Tapias, hermano del presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, quienes se enfrentan a penas de 18 y 16 años de cárcel.

El resto de los procesados, la mayoría de ellos marineros acusados de llevar a cabo el transporte de la droga desde sudamérica hasta las costas gallegas, se enfrentan a unas penas que oscilan entre los cuatro y 15 años.

Según el fiscal, Vioque y Carballo decidieron importar cocaína desde sudamérica, para lo que encargaron el transporte a los Piturros , quienes a finales de 1991 adquirieron el buque Dobell , que tras una escala en Portugal para recoger tripulación partió rumbo al continente americano para recoger la droga.