Los agentes de la Guardia Civil, el alcalde de Herguijuela y un vecino sorprendieron la madrugada del 19 de agosto del 2002, en la casa de una vecina de la localidad que había sufrido una fuerte agresión, a J. M. R. G., sentado en un sillón y medio dormido. Además, la policía judicial encontró en diferentes partes de la vivienda, "muy revuelta y con claros indicios de haberse producido en ella una fuerte pelea", restos de sangre del procesado.

Así lo declararon todos, ayer, durante el juicio celebrado en la Audiencia, pero pese a ello J. M. R. G., de 42 años, acusado de un delito de intento de agresión sexual y un delito de lesiones, aseguró no recordar nada de lo ocurrido. Justificó su ´amnesia´ en el hecho de que, como alcohólico --actualmente se encuentra en un centro de recuperación de toxicómanos de Tarragona--, bebía cada día desde muy temprano.

Precisamente en su estado de embriaguez basó su abogado la defensa en el delito de lesiones, "pues estaba en un estado de intoxicación etílica que limitaba su voluntad y consciencia". Y respecto al delito de intento de agresión sexual lo consideró no acreditado, "pues salvo la palabra de la presunta víctima, no hay más pruebas", indicó. Por ello, pidió la libre absolución.

HECHOS PROBADOS La fiscal, por su parte, estimó "suficientemente probado", por las pruebas, las declaraciones de los testigos y de los médicos forenses, los delitos imputados al procesado.

Estimó probado que J. M. R. G., sobre las 06.00 horas del 19 de agosto del 2002 accedió a la vivienda de una vecina de Herguijuela, de 58 años, la abordó mientras dormía y amenazándola con un cuchillo intentó forzarla y la golpeó causándole numerosas lesiones de distinta consideración en todo su cuerpo.

Por estos hechos, y teniendo en cuenta la atenuante de alcoholismo, pidió para el acusado 10 años de prisión, 7 por el intento de agresión sexual, "pues no se entiende el objeto de la paliza si no es porque intentó agredirla sexualmente", y 3 por el de lesiones. Así como el pago de 24.000 euros de indemnización a la víctima, por las secuelas.