Tenía tan solo 15 años cuando inició su relación con Jorge Ch. M., una relación que según confirmaron ayer peritos y psicólogos la ha ocasionado un estado psicológico conocido como el síndrome de la mujer maltratada . Ayer, en el juicio que contra su exmarido, por diferentes delitos por los que se enfrenta a 16 años de prisión, se celebró en la Audiencia Provincial, ella, sin poder contener en muchos momentos las lágrimas y sollozos al recordar, fue detallando en su declaración los constantes y continuos insultos, agresiones tanto físicas como sexuales y maltratos a los que la ha sometido durante toda su relación.

Como marido los soportó desde que se casaron en 1994, ella con 15 años y el con 18, y hasta el 2001 en que, "cansada de soportar sus agresiones y de escuchar falsas promesas de mejorar", le denunció por primera vez y se separaron. Pero, pese a la separación, e incluso a las posteriores órdenes de protección dictadas a raíz de nuevas agresiones, el maltrato, las agresiones sexuales y los insultos se mantendrían hasta el verano del 2007 en que presentó la denuncia que dio lugar a la causa por la que Jorge C. M. fue ayer juzgado.

EN PRISION Como recordó ayer el fiscal, en principio se incoó como juicio rápido en el Juzgado de Violencia contra la Mujer de Cáceres "y se dictó una orden de protección, con la prohibición para el acusado de acercarse a menos de 200 metros y comunicarse con su exmujer".

Pero a pesar de la orden judicial, lo recordó el fiscal y lo relató su exmujer, el acusado mantuvo su actitud, siguió acosando a su exmujer que llegó incluso a retirar la denuncia "por miedo y por mis hijos", manifestó ayer.

Pero al comprobarse sus presiones e incumplimientos del alejamiento ordenado, con fecha 28 de noviembre del año pasado se ordenó su ingreso en prisión provisional, situación en la que todavía se encuentra.

Por todos estos hechos, el fiscal le acusa en un delito de maltrato habitual, por el que pide una pena de 3 años de prisión; de un delito de agresión sexual alternativamente, por el que solicita se le imponga una pena de 10 años de prisión; y de un delito de quebrantamiento, por el que pide 1 año y nueve meses de cárcel. En un principio le acusaba también de un delito de abuso sexual, por el que pedía una pena de 10 años de prisión, pero ayer en sus conclusiones definitivas retiró este delito, manteniendo solo el de agresión sexual.