La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Cáceres juzgó ayer a un hombre acusar de violar a su expareja en la localidad cacereña de Tornavacas en julio del año pasado. El fiscal pide para él un total de 15 años y seis meses de cárcel, ya que además del delito de agresión sexual que se le imputa --por el que solicita una pena de diez años y seis meses de prisión--, también le atribuye otros tres por amenazas graves, coacciones y violencia psíquica habitual. En concepto de responsabilidad civil, fija una indemnización de 30.000 euros por daños morales.

El acusado negó en la vista oral que abusara de su exnovia y sostuvo que las relaciones sexuales que mantuvieron fueron consentidas, en contra de la tesis del Ministerio Público que le considera responsable de la violación y daños físicos que infringió a la mujer tras una discusión. Según la Fiscalía, el imputado llegó incluso a blandir un cuchillo para amedrentarla después de haberle exigido que le entregara una determinada cantidad de dinero.

La presunta víctima, de origen rumano al igual que su expareja, explicó al tribunal que habían roto la relación semanas antes de la agresión y que ella se había quedado en Tornavacas para seguir trabajando con la intención de volver luego a su país. Aseguró que el acusado vino a visitarla desde Tomelloso para pedirle dinero y que, al negarse, la amenazó "con llevarla al campo y dejarla atada a un árbol".

La mujer afirmó que, tras la discusión, le rompió la ropa y la forzó a mantener relaciones sexuales, pegándole en piernas, cara y costillas. Indicó que estaba "atemorizada" y que por este motivo no huyó de la casa donde acontecieron los hechos hasta que llamó a la Guardia Civil. Añadió que cuando fueron pareja mostró "una actitud agresiva y violenta hacia ella".