El descubrimiento y recuperación de una lápida romana del siglo I, resto que se encontró durante las obras del nuevo palacio de Justicia, es un ejemplo de la pérdida "de parte de nuestro pasado" y de que es necesario un servicio municipal de Arqueología, aseguró la asociación Adenex, que advirtió de que esto puede repetirse en actuaciones urbanísticas que están previstas. La lápida, expuesta en el museo provincial, formaba parte de un edificio funerario que "con mucha probabilidad estaría en el mismo solar, y que, de ser así, ha sido literalmente arrasado" durante las obras de los juzgados.

El nuevo edificio de Justicia está en lo que fue una de las entradas a la colonia Norba Caesarina y próximo a la Vía de la Plata, además es un espacio incluido en las áreas de vigilancia arqueológica. El hallazgo de la lápida permite a la asociación denunciar la posible desaparición de "un monumento de alto interés cultural" y llamar la atención de la administración local y la autonómica para "depurar responsabilidades".

La conclusión de la asociación es que si por este descubrimiento no hay ningún informe o expediente abierto, las autoridades locales y regionales se habrían limitado "a mirar hacia otra parte".

REHABILITACION DE MAYORALGO

Según la asociación, la lápida es una "extraordinaria pieza" que destaca porque es de mármol, "un material infrecuente en los yacimientos romanos cacereños", y por "su delicada y fina grafía".

No es la primera vez que Adenex advierte de la necesidad de que se hagan sondeos arqueológicos. En enero del 2000, la asociación, en un escrito dirigido a la Caja de Extremadura, pidió que antes del inicio de la rehabilitación del palacio de Mayoralgo se realizase un estudio arqueológico del patio del edificio. En ese mismo sitio se descubrió en noviembre del 2001, al hundirse en el terreno una grúa, uno de los yacimientos más importantes del pasado romano de la ciudad, del que "se puede afirmar que es el primer caso en que se ha actuado correctamente", destacó Adenex, que, sin embargo, recordó que no puede decirse lo mismo "del desafortunado" tratamiento arquitectónico de la techumbre del palacio de Mayoralgo, "con un aumento de alturas y volúmenes, y el consiguiente impacto visual".

Los materiales encontrados en Mayoralgo ocupan tres vitrinas del museo y están junto a la lápida. La mayoría son restos de cerámica, cuencos, platos, un baño y una lámpara de aceite. El principal hallazgo, una escultura de bronce, está en restauración.

La asociación reclama un control de las actuaciones urbanísticas previstas en espacios donde se pueden encontrar restos, y cita cinco: el aparcamiento del Rodeo, junto a los juzgados; el cuartel Infanta Isabel, situado en las inmediaciones de uno de los posibles pasos de la Vía de la Plata, en esta zona ya está en ejecución el residencial Montesol; la cárcel vieja, donde se proyecta la ejecución de viviendas y que está próxima al seminario, otro de los enclaves incluidos en las áreas de vigilancia arqueológica; la ronda norte, que afectará a zonas "de interés arqueológico y antropológico"; y la revitalización de la Ribera del Marco, "con abundancia de restos romanos y árabes". Ante estas intervenciones, la asociación advierte de que "en los próximos años vamos a asistir a la recuperación de parte de nuestro pasado o a su destrucción definitiva".