Noviembre, «dichoso mes, empieza con los santos y termina con San Andrés», que ya ha culminado la mitad de sus días y y abre el telón de la Navidad, es cierto que noviembre es un mes que hace pensar, es como el tiempo de los recuerdos más íntimos y mas especiales.

Es el mes en el que tradicionalmente se representaba en muchos teatros de España ‘Don Juan Tenorio’, la obra que se dio a conocer en el entierro de Larra donde su autor José Zorrilla (1817-1893), leyó unos versos como homenaje al poeta suicidado, versos que se convirtieron en el manifiesto romántico español.

En 1889 fue coronado como poeta laureado de España en Granada por el Duque de Rivas en presencia de la reina regente Isabel II.

El genio de Zorrilla como poeta de su tiempo se advierte principalmente en sus leyendas y en su poema épico Granada (1852). Entre sus principales obras dramáticas Don Juan Tenorio (1844), que sigue siendo la obra teatral más popular.

Este mes tan romántico, trajo noticias con buenos acontecimientos para Extremadura y en concreto para la ciudad de Cáceres, en la que la historia recoge en convivencia simultánea las tres culturas que en el mundo han sido, ciudad bimilenaria y con huellas humanas de más allá de veinticinco mil años, en su Cueva de Maltravieso, y es un importante enclave español, que por haber cuidado con esmero, ese barrio de diseño urbanístico medieval, de los mejores conservados de Europa, la Unesco lo declaró Patrimonio Cultural de la humanidad en el año 1986 el día 28 de noviembre.

No se descubrió Cáceres con esa declaración, ciertamente, pues ya contaba con ese conjunto medieval con anterioridad, pero sin duda fue un título de relevancia que le dio una especial proyección. La idiosincrasia del casco histórico ha modelado y condicionado, su devenir, su crecimiento y evolución, lo cual le imprime una especial singularidad que la distingue, junto a otras, como la de ser una ciudad geoestratégicamente situada al oeste peninsular, a la misma distancia de dos ciudades muy representativas como son Lisboa y Madrid, y que en varias ocasiones han ofrecido espacios y lugares comunes, expresivos de su historia y de su cultura en exposiciones patrocinadas por el Instituto Cervantes.

En Cáceres, por ejemplo, aparecen fotografías con los títulos ‘El Festival Womad’, de Francis Villegas; ‘Entre murallas y almenas’, de Gabino Cisneros; y ‘Patrimonio de la Humanidad’ y ‘El arco de la Estrella’, de Carlos Criado, por ejemplo. Imágenes que tienen la «peculiaridad» de ser captadas por fotógrafos locales, ya que son ellos los que mejor conocen su ciudad, ha indicado la alcaldesa de Cáceres y presidenta de turno del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, Elena Nevado, en la presentación de esta exposición celebrada recientemente en el Palacio de la Isla.

La alcaldesa cacereña ha recordado que España es el tercer país del mundo con más bienes inscritos en el Patrimonio de la Humanidad, además, ha hecho referencia al turismo que recibe. «Un turismo que no solo se decanta por las zonas de sol y playa, sino que también prefiere la cultura y el turismo de experiencia».

«Debemos potenciar y poner en valor los innumerables recursos culturales para hacer de España un turismo variado y atractivo durante todo el año», ha reiterado. De este modo, se ha referido al Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad como un «ejemplo de convivencia entre ciudades distintas pero siempre centradas en lo que les une».