La necesidad de usar el agua de forma racional lo indica el hecho de que sólo el 2,5% del agua del planeta es dulce y, de éste, el 79% está en forma de hielo, por lo que el agua dulce disponible representa el 1% del total incluido el que se encuentra en acuíferos de difícil acceso. Además, el ciclo integral del agua - captación, potabilización, suministro, alcantarillado y depuración - lleva asociado el consumo del 2-3% de la energía con emisiones de 9 kg de CO2 eq por cada metro cúbico de agua. Por ello, el consumo eficiente conlleva ahorro económico y de emisiones de CO2 eq.

El consumo doméstico medio diario en España es de 157 litros por habitante (INE 2007), siendo el 27% en el inodoro, el 36% en baño/ducha, el 20% en la colada, el 11% en cocina y el 6% en limpieza. Se estima que un consumo responsable es de 100 - 120 litros por habitante que se puede conseguir con la modificación de determinados hábitos y la incorporación de baratas medidas tecnológicas.

Cada descarga del inodoro son 9-10 litros de agua, por lo que se debe utilizar sistema de doble descarga - 9-4 litros -, colocar una botella en el tanque para disminuir su volumen y no usarlo como papelera. Cerrar los grifos mientras uno se lava los dientes ahorra hasta 10 litros; ducharse en vez de bañarse, 150 l; e incorporar un reductor de caudal / aireador, 50 l (50%). Especial atención debe tenerse con las fugas ya que un grifo que gotea pierde 30 l al día. Utilizar lavadora y lavavajillas a plena carga o tener jardines compuestos de plantas autóctonas con riego nocturno para evitar la evaporación, colaboran a un consumo eficiente del agua. No se debe olvidar que el agua residual que generemos esté lo menos contaminado posible evitando tirar medicinas, colillas, restos de comidas, tampones, preservativos, restos de comidas, aceites y utilizando las dosis justas de detergentes, geles y champús.