Haciendo gala de su 'Cáceres en color', el lema que lo ha acompañado en la mejor campaña realizada en la ciudad por los socialistas, el flamante alcalde Luis Salaya acudió anoche al recinto hípico donde se celebró el concierto de Leiva, uno de los músicos más exitosos y populares de nuestro país. No pudo haber cerrado mejor Salaya el día más importante de su carrera política tras ser investido mandatario municipal que haciendo gala de una de sus principales reivindicaciones: que la cultura ocupe un lugar preferente como motor de desarrollo. El boom que Cáceres vivió en los años 90, convirtiéndose en Capital Cultural de Extremadura, buque insignia de la creación, no ha vuelto a repetirse. Ahora, Salaya quiere volver a abanderar lo que efectivamente la ciudad ha perdido y lo hace con hechos, demostrando que él está ahí, en primera fila, asistiendo al concierto de uno de sus compositores favoritos, del que se ha llegado a decir que es un ilustre poeta del rock.

Salaya fue uno de los más de 2.000 asistentes que se congregaron en el ferial. Son pocos, sí, por eso hay que trabajar en dar mayor difusión a este tipo de citas únicas, y en eso tiene mucho que ver, indudablemente, el ayuntamiento. Quienes acudieron anoche al recinto aseguran que vivieron dos horas de concierto que sirvieron para confirmar el buen momento creativo del cantante y su evolución. La sorpresa de la noche fue la incursión en el escenario de Juancho, hermano de Leiva, y voz de Sidecars, otro de los grupos talismán del pop rock en español del momento.

Leiva, dentro su gira Nuclear, hizo un repaso de su cuarto disco y también de canciones de siempre, entre ellas algunas de su época en Pereza. Y Salaya estuvo ahí para contarlo, para vivirlo y para subir un video a sus redes sociales entre los comentarios de muchos de sus votantes que le decían: "No cambies".