La alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, cargó ayer contra la Junta de Extremadura, institución a la que acusó de tener paralizado el proyecto del aeródromo y del que llegó a decir que es «una infraestructura más que se queda en el cajón». La regidora, a preguntas de este diario, recordó que la iniciativa depende de un informe medioambiental que se está demorando. «Tanto tiempo es no querer que Extremadura tenga unas infraestructuras», sentenció. Nevado dijo que Cáceres es una de las escasas ciudades europeas del entorno de los 100.000 habitantes que no tiene ninguna infraestructura aérea, ni siquiera campo de vuelo (en España hay más de 100) «para dar servicio a los extremeños» y demandó un mayor compromiso del gobierno regional en este sentido.

La Junta contestó que el contrato para la elaboración y tramitación del estudio de impacto ambiental del proyecto se firmó el pasado febrero y tiene un plazo de ejecución de dos años. «Estos trabajos están recién iniciados. Los plazos son lo que son y la Junta de Extremadura cumple la ley escrupulosamente», subrayó el ejecutivo en una nota de prensa remitida a este periódico.

En Cáceres existe el campo de vuelo de La Cervera, cuyos vuelos están prohibidos desde hace años ¿Pero qué opinan los más directamente afectados ante esta situación? El presidente de la Agrupación Cacereña de Aeromodelismo, Francisco Hernández, fue ayer muy claro. «Desde el punto de vista deportivo es todo. Es no tener una escuela de ultraligeros de vuelo sin motor, teniendo el mejor paraje de Europa como tenemos», remarcó.

A su juicio, la falta de un aeródromo impide nuestro desarrollo porque, más allá del deporte, en el plano civil es igualmente necesario: «El desarrollo de la provincia también depende del sector aeronáutico» en cuanto a su incidencia sobre el turismo, las empresas, el hospital o el Centro de Cirugía de Mínima Invasión. «Sin aeródromo no puede desarrollarse la aeronáutica», apuntó el responsable cacereño.

En la misma línea se expresó el presidente de la Federación Aeronáutica de Extremadura, Andrés Sánchez, quien insistió en que sería fundamental para la práctica de vuelo con motor. Explicó que de tener esta infraestructura, Cáceres podría abrir una Escuela de Paracaidismo. «En Évora hay una de este tipo y se organizan actividades continuamente. Eso genera mucha vida, sería genial para Cáceres», insistió.

El proyecto del aeródromo lleva años sonando en Cáceres, pero lo cierto es que no termina de despegar. La alcaldesa reiteró que el proyecto no se realizará esta legislatura. La empresa Geprecon, Técnicas de Control, Prevención y Gestión Ambiental será la encargada de redactar el preceptivo análisis medioambiental, por un coste de 35.250 euros.

El proyecto se diseñó la pasada legislatura por 4 millones de euros, pero a juicio del presidente de la Agrupación Cacereña de Aeromodelismo, el dinero «no es una excusa», puesto que bastaría un millón o millón y medio de euros de inversión para ponerlo en marcha y, posteriormente y de forma escalonada, ir añadiendo nuevas obras. Un aeródromo ajustado a las necesidades, que se ha calificado de «necesario» por parte de los sectores económicos cacereños y que sería de gran beneficio para la región en su conjunto. La instalación está prevista al oeste de la capital, en la salida por la carretera de Malpartida, concretamente en la margen derecha de esta vía, en unos terrenos propiedad de la Fundación Valhondo. Se llevaron a cabo estudios previos que lo hacían posible, pero surgió un problema medioambiental, que de momento lo tiene a la espera.

El anhelo de Cáceres por contar con una instalación que le permita tener conexiones por vía aérea es histórico. Ha habido múltiples intentos de convertir el aeródromo de La Cervera en una infraestructura capaz de que en ella aterricen y despeguen aviones; e incluso en 2006 siendo presidente de la Junta Juan Carlos Rodríguez Ibarra, se anunció la construcción de un aeropuerto internacional en la ciudad que finalmente no fructificó.