En el bloque B de la calle Ródano «solo cinco familias viven de manera legal». El resto, según la alcaldesa, Elena Nevado, se hallan en una situación irregular. Algunos, incluso, «han dado patadas a las puertas», añade la regidora cacereña sobre la realidad que se vive en el inmueble de la barriada de Aldea Moret, que arrastra desde hace tiempo --denuncian los vecinos-- graves problemas de higiene relativos a la red de saneamiento. Además, también la escalera comunitaria, otra de las preocupaciones vecinales, sufrió desprendimientos recientemente.

A mediados de noviembre, los bomberos intervinieron en el bloque después de que los vecinos avisaran de que se había caído parte del revestimiento de la escalera. Los bomberos precintaron momentáneamente el espacio y desconcharon parte de la estructura de la escalera, que ahora en algunos tramos permite ver el forjado de hierro interior. Con respecto a los problemas con la red de saneamiento, los residentes se quejan de que las tuberías se atascan, provocando que los fluidos de las heces y la orina de las viviendas particulares terminen por salir al exterior por el desagüe del garaje comunitario. Esto conlleva olores nauseabundos y una acumulación de suciedad que lleva consigo riesgo de infecciones.

Por ello, Nevado mantuvo una reunión con los residentes del edificio el pasado 5 de diciembre. La regidora cacereña sostiene que los inquilinos «entendieron que todos tenemos derechos pero también obligaciones» y asegura que el ayuntamiento va a examinar «caso por caso» las situaciones para «intentar regularizar» a aquellas familias que «realmente cumplan los requisitos» para poder optar a esa vivienda. «Hay muchas familias con necesidad de vivienda. Uno no puede entrar por la fuerza en una casa que es pública, por la que hay gente en una lista de espera, y después reclamar derechos», remarca Nevado.

Sobre la situación de falta de limpieza e higiene, la alcaldesa afirma que se trata de una «obligación del que vive y convive en un espacio común» y, acerca del estado de la escalera comunitaria, asegura que técnicos municipales garantizaron que «no existe» riesgo ni peligro para las personas. No obstante, en ese sentido, personal de Conyser trabajó este jueves por la mañana en la limpieza del garaje del bloque B, afectado por la acumulación de fluidos procedentes de los baños de las viviendas del inmueble.

«La alcaldesa nos dijo que se va reunir con nosotros después de las fiestas navideñas para mirar el problema de las escaleras y de la red de saneamiento», comenta a este diario Juana Caballero, una de las vecinas del edificio. «El problema de las tuberías viene desde siempre. Esto no se hizo bien el primer día y ahora que el edificio está más viejo sucede más a menudo», sostiene Caballero, que explica que «los bajantes son muy estrechos y antiguos», lo que a su juicio provoca los atascos.

SOLUCIÓN TEMPORAL / Además, Caballero se queja de que la solución que reciben siempre es temporal. Aunque personal municipal ha limpiado el garaje --por donde acaban saliendo al exterior los fluidos de las heces y orina-- en varias ocasiones, el problema se repite porque no se actúa en la raíz. «A los dos meses vuelve a pasar lo mismo porque no nos cambian las tuberías y los olores llegan hasta la tercera planta», concluye esta vecina.

La alcaldesa, por su parte, remarca que antes de la reunión mantenida con los vecinos, el 5 de diciembre, éstos habían limpiado el patio y se quejaron de la falta de respeto de algunos en relación al mantenimiento de las zonas comunes.