Con el último premio Nadal bajo el brazo y en un viaje relámpago, Alicia Giménez Bartlett presentó ayer en Cáceres la obra Donde nadie te encuentre , con la que ha obtenido el reconocimiento, al menos a una parte de sus libros.

--La feria del libro de Cáceres se dedica este año a la relación entre el periodismo y la literatura. ¿Cuál es el vínculo en el caso de Donde nadie te encuentre?

--Es enorme. Toda la documentación que he manejado sobre el personaje proviene de una investigación periodística pura y dura. Un libro de José Calvo, un periodista del Maestrazgo, ya jubilado.

--¿Cómo llegó a su vida La Pastora, protagonista de la obra?

--En la zona donde estudié de niña es un mito. Las madres amenazaban a los niños con que si no se portaban bién bajaría La Pastora del monte para llevarles. Crecimos sin saber más que era una bandolera que mató a mucha gente y que no se sabía si era hombre o mujer.

--¿Quería abordar la historia de los maquis o fue el personaje lo que le movió a hacerlo?

--No es un libro sobre la posguerra y los maquis. Se centra en el personaje. En ver qué hay tras del mito.

--¿Cuál es la moraleja?

--Las moralejas siempre son malas. La consecuencia es darte cuenta de que España vivió una etapa durísima. Y por otro lado, que estamos más solos de lo que creemos.

--¿El Nadal es una recompensa?

--Es un reconocimiento a una parte de mis libros que no lo tenían. Petra Delicado se conocía muy bién, pero mi otra vertiente literaria no tanto. Este premio ha venido muy bién.

--¿Es de los que dedica un espacio noble de su casa para los premios o los guarda en un cajón?

--Tengo más premios fuera de España que dentro. Pero hay que darles la importancia que tienen, aunque luego eso no cambia la vida.

--¿Cuesta abrirse paso en casa?

--No sé si como regla general pero a mí sí. Donde he tenido más aceptación ha sido en novela negra y es más reconocida fuera.

--¿Y le ha encontrado explicación?

--No sé. Ahora está de moda. Pero España es un país poco lector y parece que había que leer algo trascendente y la novela negra no lo era.

--¿Cómo está la relación de la literatura con las nuevas tecnologías?

--Han ido variando los sistemas de producción de libros. Y supongo que habrá una generación en la que el libro electrónico será su manera natural de leer. Pero la figura del periodista o el escritor siempre estará ahí, porque las máquinas no pueden construir historias.

--¿Ve al crítico literario como aliado o enemigo?

--Ahora parece ser que no determinan el número de lectores que tendrás. La gente se fía menos de las cosas oficiales y más de alguien que lo ha leído o con la que comparte criterio.

--Por alusión al título ¿Dónde no le van a encontrar nunca a usted?

--Tengo una casa en el campo a la que acudo para que no me encuentre nadie. Tampoco me importaría perderme en una finca de Cáceres, rodeada de perros, gatos y caballos.