Neryza Conceiçao es una auténtica todoterreno a sus 20 años. Estudia Grado Superior de Gestión de Alojamientos Turísticos en el IES Universidad Laboral, lo que le obliga a permanecer en Cáceres toda la semana para asistir a clase de lunes a viernes, de 8.30 a 14.30 horas. Vive en un piso compartido, se las apaña por sí misma y dedica las tardes a estudiar. Además saca tiempo para cuidar niños de forma esporádica, cuando los padres se lo requieren.

Cada fin de semana regresa a su pueblo, Montánchez, donde trabaja como camarera. La van llamando porque conocen su buen hacer. Ahora está en un restaurante, donde además la emplean durante todo el verano (seis días a la semana), pero también colabora con otro mesón asador del municipio. Evidentemente se trata del sector hostelero, donde las jornadas abarcan muchas veces hasta bien entrada la noche.

«Lo hago porque me gusta la independencia económica, porque quiero y puedo hacerlo en lugar de tirar siempre de mis padres, que no tienen por qué pagarme mis caprichos», reflexiona Nery. De hecho, tuvo sus primeros empleos con 16 años. «Me gustan mucho los viajes, cuando no trabajo estoy conociendo sitios, y así puedo permitírmelo», confiesa. Sin duda, el turismo es su futuro. «Durante unos años querría seguir viajando, me llama la atención la profesión de tripulante de vuelo, y más tarde abriría un negocio relacionado con el sector».