En el Guadiloba había este miércoles 6.820 millones de litros. Es algo más de lo que sale del embalse en medio año para atender la demanda de Cáceres, Sierra de Fuentes y Malpartida. Hace un año había 9.330 millones y la media de los últimos diez años en estas fechas es de 11.000 millones. El Guadiloba, que tiene una capacidad de 20.400 millones, sigue bajando día a día porque se está trasvasando desde el embalse de Alcántara (desde la toma que está en la cuenca del Almonte) menos agua que la que se consume en esta época del año. Es una situación que se repite todos los veranos y que en éste es más grave por el bajo nivel del Guadiloba.

El consumo total de agua del Guadiloba en 2018 fue de 9.300 millones y en 2017 fueron 10.300.

La ampliación de la capacidad de bombeo desde la toma del Almonte está prevista desde la pasada legislatura, cuando el pleno de la corporación local aprobó una modificación de las mejoras ofrecidas por Canal de Isabel II, empresa que tiene la concesión de la gestión del abastecimiento y la depuración de agua. La obra tiene propuesta de adjudicación desde la pasada primavera, pero no puede comenzar por ahora porque eso supondría parar el trasvase de agua desde la toma de Almonte y ésta es la principal fuente de abastecimiento del Guadiloba. Sin el trasvase no entra agua en el embalse cacereño, que en el último mes ha bajado su capacidad en 500 millones de litros y eso que ha estado llegando agua procedente del embalse de Alcántara.

La obra se acometerá a partir del otoño, cuando baje el consumo y al Guadiloba pueda llegar agua desde su exigua cuenca. Con esta mejora se renovarán las nueve bombas (cuatro sumergidas y cinco en superficie) que trasvasan el agua hasta el Guadiloba. Se ampliará la capacidad del trasvase. La actual es de unos 2,5 millones de litros al día y con la obra se llegaría a un máximo de 3,6 millones. Ahora el agua que sale todos los días del Guadiloba está entre los 3,2 y los 3,4 millones de litros. Sale más agua que la que entra.

La mejora, tras un primer concurso que quedó desierto, se ha adjudicado a una Ute que fue al precio de la licitación, 632.000 euros. El plazo de ejecución es de ocho meses. La ampliación de la capacidad de trasvase con el cambio de las bombas es la principal garantía de abastecimiento que tiene la ciudad hasta que se proyecte, se adjudique y se acometa el nuevo trasvase anunciado y que se ubicará unos seis kilómetros aguas abajo del actual y con bombas colocadas a una cota inferior. Ahora todos los inviernos existe el riesgo de que el embalse de Alcántara baje a un nivel inferior a la cota donde están las bombas sumergidas. El concurso que adjudicó Canal también incluía la mejora del bombeo desde la estación de tratamiento hasta el depósito de la Montaña.