La marcha del obispo Ciriaco Benavente a Albacete abre el debate sobre su sucesor. El próximo responsable de la Diócesis de Coria-Cáceres deberá tener un perfil similar al de Benavente, que se ha caracterizado durante sus más de 14 años de mandato por su cercanía a los feligreses.

Esta es la principal conclusión que se extrae del sondeo realizado ayer por este diario entre políticos, clero, cofrades y comunidades de la Iglesia con los que el sacerdote de Malpartida de Plasencia ha tenido contacto al frente del obispado. Aunque del proceso para elegir sustituto sólo ha trascendido que será el Nuncio del Papa en España, Manuel Monteiro, quien proponga tres nombres de candidatos a Roma tras realizar consultas, la profunda huella que deja el obispo Ciriaco en la diócesis se hizo ayer aún más patente en las valoraciones sobre su despedida.

De esta forma, el presidente de la diputación cacereña, Juan Andrés Tovar, que mantiene una excelente relación con Benavente, dejó claro que el sucesor debe tener el mismo perfil y un perfecto conocimiento de la región. "Me gustaría que fuera como Ciriaco y tuviera clara su posición a favor de la integración de Guadalupe en la diócesis extremeña", subrayó.

En la misma dirección apuntaron otros responsables eclesiásticos como el Dean del Cabildo Catedral Coria-Cáceres, José Antonio Fuentes, que abogó por que el relevo cumpla las condiciones de "buen pastor por esa cercanía al pueblo que ha tenido Ciriaco y de gobernante para impulsar la actividad pastoral". El presidente de la unión de cofradías, Juan Narciso García-Plata, propuso que el próximo obispo mantenga el mismo afán de "colaboración" mostrado por Ciriaco.

En las comunidades de religiosas la marcha también ha calado hondo. Entre el cariño y el agradecimiento por su labor, las Josefinas expresaron ayer a través de la directora del centro, sor María Isabel García, su deseo de que el nuevo pastor de la diócesis "sea cercano a las necesidades de los hombres y con una fuerte espiritualidad". Para sor Teresa Casares, vicaria de la comunidad de las Clarisas, el perfil del sustituto debe ser similar al de Benavente tras aceptar "con gran pena la decisión de Roma".

En el coro rociero, con el que Benavente ha mantenido un estrecho contacto, la noticia no fue bien recibida. "Estaríamos satisfechos con que el próximo obispo siguiese la misma línea de Ciriaco", expresó ayer su presidente Jesús Manuel Brazales. Para Martín Cisneros, mayordomo de los Ramos, "no es necesario que sea extremeño, aunque sí una persona que conozca la realidad de la diócesis".