Los informes de la Asociación Española Contra el Cáncer y la Organización Mundial de la Salud (OMS) niegan que las antenas de telefonía provoquen cáncer. En un seminario organizado por la asociación sobre campos electromagnéticos, telefonía y salud, autoridades técnicas y sanitarias llegaron a la conclusión de que "no se ha encontrado evidencia científica que demuestre asociación causa-efecto entre la exposición a campos electromagnéticos dentro de los límites recomendados y el cáncer".

Por su parte, la OMS asegura que los estudios con seres humanos y animales en los que se han examinado las ondas cerebrales, las funciones intelectuales y el comportamiento tras la exposición a señales de radiofrecuencia, como los teléfonos móviles, "no han detectado efectos adversos". El nivel de exposición utilizado en esas pruebas fue mil veces superior al de una antena. Este informe añade que ningún dato demuesta que estas señales tengan consecuencias negativas para la salud "a corto o largo plazo".