En poco más de un año se han producido ya tres atropellos en los que el conductor se ha dado a la fuga sin atender a los heridos. El último ocurrió en octubre, en la calle Sánchez Manzano. La víctima cruzaba el paso de peatones que conecta las calles Sánchez Manzano y Salamanca y, de repente, un coche aceleró, la arrolló, la desplazó tres metros y se marchó. El suceso causó gran revuelo entre los vecinos y los propietarios de las tiendas, que salieron tras escuchar un estruendo que llegaron a comparar con el que se produce con la colisión entre dos coches. Días después el conductor se personó en la jefatura de policía para entregarse. Alegó que se había fugado porque le había entrado un ataque de pánico.

El pasado mes de febrero ocurrió otro atropello, esta vez en la calle Pozo de la Nieve, junto al Mercadona de Mejostilla. Una madre y su hija se disponían a cruzar un paso de peatones cuando fueron arrolladas por un vehículo, que también se dio a la fuga. Debido al fuerte golpe, el coche llegó a perder uno de los retrovisores. El coche fue localizado al día siguiente por la policía.