La Audiencia Provincial de Cáceres confirma la orden de alejamiento de un paciente a un médico de cabecera como medida cautelar, para prevenir que pueda ocurrir algún tipo de altercado que pudiera afectar a su persona. El facultativo pasa consulta en el centro de salud de Nuevo Cáceres por lo que el paciente se ha visto obligado a cambiar de consultorio médico al no poderse aproximar a él a una distancia inferior a 50 metros, ni a su centro de trabajo.

La orden viene motivada por una denuncia presentada por el propio médico, que asegura haber sufrido situaciones violentas y amenazas provocadas por este paciente que podrían tener relevancia penal, ya que podrían ser constitutivas de un delito de atentado a la autoridad, según detalla la Audiencia. La medida fue primero dictada por el Juzgado de Instrucción Número 4 de Cáceres, que se encarga de la denuncia presentada por el facultativo. El paciente recurrió dicha orden de alejamiento a la Audiencia, que la acaba de ratificar. Lo que se persigue con esta medida, añade, es intentar evitar una situación de riesgo.

Según se detalla en el auto el facultativo era el médico que se encargó de tratar al hijo del acusado, que falleció. Por esta razón presenta una actitud de resentimiento hacia él por la que el médico ha interpuesto una denuncia. «No se descarta que pueda producirse una situación de peligro para los bienes jurídicos de la víctima» si el acusado continúa acudiendo al centro.

El acusado sufre una grave situación de estrés por fallecimiento de su hijo de la que se trataba en el centro de salud de Nuevo Cáceres, por lo que considera la medida adoptada «innecesaria, desproporcionada y totalmente perjudicial», aludiendo a que ello le ha obligado a acudir a otro centro de salud y cambiar con ello de médico.