El ayuntamiento se compromete a correr con las pérdidas que está suponiendo la obra de Alzapiernas a los empresarios de la zona. Así se lo comunicó ayer la alcaldesa, Elena Nevado, a una representación de estos comerciantes y hosteleros en una reunión, a la que asistieron también el edil de Infraestructuras, Víctor Bazo, técnicos municipales y la empresa encargada de la obra.

El encuentro se celebró a petición del propietario de Esencia Extremeña, Manuel Barroso, quizá el más afectado por esta situación. Su local se encuentra justo en la esquina de Alzapiernas con Parras pero desde que comenzara la obra es como si estuviera cerrada. Su entrada está cortada por vallas y tiene una excavadora justo en la puerta. Hace meses que no entra nadie, de hecho se ha visto obligado a cerrar a diario para no perder más dinero. «La obra nos está dejando en la ruina, aquí no entra nadie», afirma a este diario.

Su caso fue abordado de forma especial, al encontrarse en una situación delicada, ya que las pérdidas no le permiten hacer frente a pagos de su vida diaria. Nevado se comprometió a ayudarle (a partir de la próxima semana estudiarán la fórmula). Su situación tiene prioridad al ser la más crítica, pero lo mismo se hará con el resto de empresarios, que tendrán que justificar que las pérdidas económicas han sido ocasionadas por las obras que se llevan a cabo. «Es fácil, simplemente con presentar la liquidación de este mes y la del mismo mes del año pasado, la diferencia es increíble», explica Santiago Guerra, propietario de la Tapería Los Ibéricos y que también acudió a la reunión de ayer.

SEGUIMIENTO ARQUEOLÓGICO / Por otro lado el ayuntamiento les informó sobre los diferentes parones que ha tenido la actuación, a consecuencia del hallazgo de dos canalizaciones. Esto ha obligado a la contratación de un arqueólogo para que haga un seguimiento de la obra, a instancias de la Junta de Extremadura. Nevado dice que no se contrató antes porque los técnicos municipales no avisaron, a pesar de que en el anteproyecto alertaban de que debían «tenerse en cuenta el anticipo de posibles problemas en el subsuelo por antiguos colectores en la calle (probablemente acequias o canales antiguos)».

Por último el ayuntamiento se comprometió a mantener abierta Alzapiernas desde el 7 u 8 de abril hasta después del Womad, para permitir que los turistas accedan desde aquí a la parte antigua. Para ello se colocará una pasarela provisional y se pondrá hormigón a la entrada de la calle tanto por Moret como por Parras. Durante ese tiempo la obra estará detenida. «Necesitamos que en esa fecha abra la calle para tener un respiro, aunque lo suyo habría sido que la obra hubiera acabado el 1 de abril como dijeron», dicen los comerciantes.