Completar el enterramiento del cableado en la ciudad monumental es uno de los grandes objetivos del equipo de gobierno que ayer volvió a insistir en su propósito de acercar a los vecinos del recinto intramuros el mayor número posible de servicios. La declaración de intenciones vino de la mano del concejal de Obras, Joaquín Rumbo, que aseguró que el reto "es ir metiendo cables, para que no se vean y para que los vecinos gocen de todos los servicios".

Pero Rumbo fue más allá y pidió a las empresas Telefónica e Iberdrola que colaboren económicamente para llevar a efecto estas actuaciones. El edil explicó que este proceso es muy costoso, fundamentalmente porque se trata del casco histórico. Recordó que todas las obras que se efectúan en esta zona son "artesanales", precisan de mucho personal y "la mano de obra --insistió-- es muy cara".

Apostilló, igualmente, que existe un interés especial del gobierno local en la parte antigua y que en la brigada hay dos personas especializadas que se dedican al mantenimiento y a controlar exahustivamente el barrio para evitar el deterioro.

CABLES ILEGALES El concejal añadió que la ayuda económica no sólo vendría bien al ayuntamiento sino que también sería muy beneficiosa para los propios vecinos, que verían aminorados los costes. Rumbo señaló en este sentido que "muchos de los cables que colocan los vecinos son ilegales porque se ponen sin pedir autorización al consistorio".

Insistió en que el ayuntamiento ha realizado actuaciones en la ciudad monumental y señaló el caso de la plaza de Santa Clara, zona hasta la que ya ha llegado el gas natural. Indicó incluso que hay un proyecto para dotar también de este servicio al Parador de Turismo.