Un barrendero de la empresa Conyser evitó ayer un atraco al bingo Sala Estadio, propiedad del CP Cacereño, al atrapar a un atracador que antes había intentado robar la recaudación a un empleado del establecimiento, y que ascendía a una cantidad cercana a los 30.000 euros (5 millones de pesetas).

El presidente del club, Félix Campo, recordó que la recaudación era "importante" y correspondía a los últimos cuatro días. Añadió que son los propios empleados los que realizan la recogida diaria del dinero y dijo que "el individuo conocía perfectamente esta situación". De hecho, el autor del suceso es un antiguo camarero del bingo, en el que había trabajado hacía tres años.

El atraco frustrado ocurrió en torno a las 9.30 horas en la calle Federico Ballell, cuando el ladrón, que ocultaba su rostro con un casco, se abalanzó sobre el trabajador, al que consiguió tirar al suelo utilizando un aerosol de defensa personal.

Según fuentes policiales, este modus operandi , consistente en rociar la cara de la víctima con un espray tóxico para inmovilizarla, apenas ha sido utilizado en la ciudad para cometer este tipo de delitos.

Tras un forcejeo, y ante las voces de alarma de varios ciudadanos, el agresor emprendió la huida sin el botín, pero fue alcanzado por un operario del servicio de limpieza que en ese momento se encontraba trabajando en la zona. Su rápida actuación, golpeándole con una escoba, hizo que el atracador cayese al suelo. Fue el propio barrendero el que logró reducir al ladrón en la calle San Vicente de Paul.

TRASLADO AL HOSPITAL

Hasta que se produjo la llegada de un coche patrulla de la Policía Local, el limpiador mantuvo retenido al atracador. Este permaneció sentado en el suelo, mientras el operario lo agarraba por el casco que llevaba puesto para evitar que se escapara.

Mientras, el empleado del bingo, de 42 años, fue trasladado por un ciudadano al hospital Virgen de la Montaña donde recibió atención médica. Según explicó un portavoz del CP Cacereño, las lesiones sufridas en los ojos por el espray obligaron a taparle uno de ellos aunque, a mediodía de ayer, fue dado de alta.

La Policía Nacional tomó ayer por la tarde declaración al detenido, de 43 años y sin antecedentes penales, que pasó a disposición judicial. La víctima tuvo incluso la oportunidad de reconocer al atracador, en el momento en el que estuvo presentando la denuncia en la comisaría.