"Hemos estado trabajando siempre para el barrio", cuenta Diego Sánchez Polo, presidente de la Asociación de Vecinos de Aguas Vivas desde su creación en 1980. Los inicios de la asociación fueron complicados, sin demasiado dinero y con multitud de cosas por hacer. La primera mejora que consiguieron, el asfaltado de una cuesta, "se la quisieron cobrar a las vecinas", cuenta Diego Sánchez, que a pesar de sus 80 años de edad sigue tan activo como siempre en la defensa de su barrio.

Son muchos los cambios que ha experimentado Aguas Vivas desde entonces, incluyendo la mejora de la fuente y la construcción de pistas deportivas. Recientemente, la diputación ha iniciado las obras de remodelación del tramo de carretera que enlaza la avenida de las Lavanderas con la la ronda norte en dirección a Casar de Cáceres (CC-38), muy peligrosa para los peatones debido al estado en que se encontraba y a su cercanía con el cinturón, con un coste de unos 200.000 euros.

El camino paralelo también fue objeto de reformas. La corporación anterior presupuestó en 24.000 euros el asfaltado así como la instalación de farolas, "que no acaban de ponerlas", protesta el presidente vecinal. Otra de sus quejas se refiere al acceso al Parque del Príncipe junto a la residencia de ancianos, que se encuentra en un estado lamentable desde su inauguración. "Inauguraron la parte de arriba y me dijo el alcalde que el lunes empezaban con la parte de abajo", y todavía no han comenzado. Ahora piensan volver a insistir ante la nueva corporación. Pero a pesar de ello, Sánchez insiste en que "siempre nos han querido todos mucho".

Fiestas en el barrio

En estos días de julio Aguas Vivas vive sus fiestas vecinales, que ya llevan celebrándose 28 años. "No ha sido solamente arreglar el barrio, es que hemos atendido muchísimas cosas", recuerdan desde la asociación. Anteriormente, el barrio participaba con dragones y carrozas en las fiestas de San Jorge, que "casi todos los años ganaban el primer premio", y en diciembre montaban belenes, además de repartir migas a todos los que se acercaran por allí. Precisamente para eso, Sánchez inventó una máquina que trocea automáticamente el pan.

Hoy sólo quedan las migas y los festejos veraniegos, que este año han tenido como protagonista al fútbol. Desde ayer y hasta el miércoles hay instalado un castillo hinchable y camas elásticas para los niños, y para el fin de semana se han reservado un cuadro flamenco, el viernes, y la tradicional verbena popular al día siguiente. Como broche final, el domingo 15 habrá misa en el salón de actos de la asociación.

Sánchez Polo, que fue nombrado presidente vecinal sin estar presente, reconoce que su tarea nunca ha sido fácil. "En estas cosas, como no se tenga una verdadera ilusión, se tienen muchos disgustos".