Veinticinco sillas, un tablero y unas burrillas. Este es el material que le pide la barriada de Cáceres el Viejo al ayuntamiento para su próxima asamblea vecinal que celebrará el 25 de febrero. La reunión se celebrará en el hall de entrada las instalaciones del polideportivo Agustín Ramos Güija, un espacio que se encuentra al descubierto. En ese mismo escrito, trasladan también una queja. Lamentan que se ven obligados a organizar la reunión «en la calle» ya que «en el barrio no existe un espacio destinado para las reuniones». En ese sentido, los vecinos piden al ayuntamiento un espacio que sirva como sede vecinal para celebrar reuniones y esté abierto para el uso de los propios residentes. También piden otro espacio habilitado como aula cultural o biblioteca. «Llevamos quince años y no hay infraestructuras de cultura», lamenta Raúl Pérez, presidente vecinal, que lamenta que las asambleas se celebren en espacios que «no son adecuados». «Nos proponían la casa de cultura de Gredos, Valhondo pero los vecinos tenían que desplazarse, luego optamos por los bares pero hay ruido, Conyser nos ha cedido el espacio del polideportivo pero aunque tenga techo no tiene paredes y ahora con el tiempo que hace es difícil», critica.

Pérez hace mención también al proyecto del pabellón deportivo que ha sido adjudicado hace unas semanas. En ese sentido, incide en la necesidad de agilizar el proyecto para que comiencen las obras y apunta que una vez que esté construido puede servir como alternativa para celebrar reuniones hasta que se habilite un aula cultural y un espacio de biblioteca abierto a los vecinos.