Cuando tenía 19 años siempre salía con Epy Figueroa y Oscar Trigoso. Epy tocaba la guitarra y Oscar se compró una batería de segunda mano. "¿Si uno toca la guitarra y otro la batería, qué voy a hacer yo?", se preguntó Rubén Rubio, que no tardó en encontrar en Epy la respuesta ante tremenda duda.

Epy tenía un bajo en su casa y se lo prestó. Desde entonces la música ha acompañado a Rubén, que acaba de editar su primer disco: Biondo , nombre que tomó prestado de un colega italiano que siempre que le escribe emails le llama biondo porque en italiano significa rubio, igual que su apellido.

Rubén, que es de la plaza de Italia (de La placi , como la conocemos en Cáceres) empezó siendo autodidacta. En realidad tocaba de oído, pero tanto le gustaba la música que se tiraba horas y horas tocando el bajo. Al principio era una afición oculta. No quería que Maribel Corrales, su madre, se enterara de aquello. "Y si por la música voy mal en los estudios y mi madre le echa la culpa al bajo...", se decía Rubén. Pero un día Maribel entró en la habitación y vio sobre la cama dos bajos. Ya era hora de decir la verdad...

Rubén comenzó con Dïsturmentäl, un grupo de speed metal con el que hasta hizo algunos conciertos en el Imagina Rock de Cadena Cien. Rubén estudiaba en el Agora y allí conoció a Ismael Moya. Con Aitor, Zaira, Ismael, Montaña y Luis Sanz crearon Sabor Flamenco, de ahí llegaron otros grupos: Ziryab, Tango3, tocaban en Portugal, en el Womad...

Un día, Celestino Charro, músico de los famosos Arboles Muertos, habló con la madre de Rubén y entre los dos lo convencieron para que estudiara contrabajo en el conservatorio. La carrera de Rubén era ya imparable: empezó a tocar con Manuel Herrera, y como Ismael Moya componía para Quico y Sara lo llamaron para la gira. Hicieron 160 conciertos en dos años. Después llegó la gira con Chenoa y nuevas colaboraciones con Raimundo Amador, Juan Melero, Sergio Dalma, el gran Hilario Camacho, Inma Serrano, Ella Baila Sola...

La grabación

Mucha gente animaba a Rubén a que sacara un disco. Este verano echó cuentas y se dio cuenta de que tenía montones de canciones. Llamó a Amed Torrecilla, saxo y teclado de Quico y Sara, para que le ayudara a ordenar todas sus ideas. En octubre empezó a grabar en Audio Media y el resto, en Madrid.

Biondo es una joya instrumental en la que participan Carlos Benavent o José de Castro (productor de Melendi y Malú), Lorenzo González canta un tema, Miriam Solís hace coros... Biondo está lleno de funki, jazz, un poco de folk... Entre los temas, Sueño marino , que es un viaje en velero por alta mar, o El sol cuando sonríe , un regalo para su hijo Leo. El disco está dedicado a su abuela Amalia Corrales, "a la que siempre llevo en mi mente y en mi corazón", dice Rubén. Dedicado está también a Rocío, su mujer. Y todo lo que no se ve, todo lo que se escucha, el sentimiento: eso está dedicado a su madre, Maribel, la célebre camarera de La Madrila, la que montó el pub Maribel y trabajó en La Cancha.

En el capítulo de agradecimientos: Diego Barriga, la diputación, Caja Duero... El cd ya puede adquirirse en rubenrubiobass.com , también en Boogaloo, Las Cancelas, La Bombilla o Come & Caña, entre otros. El día 12, en la Sala Capitol, a las 20.00 horas, se presenta Biondo , ese sueño musical de Rubén que en italiano significa rubio.