Con la excusa del cumpleaños de Efrén volvieron a unirse después de casi diez años. La isla mágica del Rincón Pio Sound acudió a su encuentro en Don Benito. Los cacereños Bloomington, hermanos y primo, resurgen con la misma sangre y ganas que en 1994 y descongelan los temas que guardaban en su nevera de maquetas tras casi una década que tocarán en el festival SonoraCC el 25 de junio. Una de sus tres piezas, José Tato, habla para EL PERIODICO EXTREMADURA y desgrana los entresijos de la vuelta y de la actuación. Las entradas y los abonos están disponibles en la web oficial del festival: www.sonoracc.com.

--En pleno proceso de creación del cuarto disco Bloomington se desvanecen, ¿qué les ha motivado a regresar?

--Lo que sucedió en esa época fue que el grupo empezó un proceso de composición distinto al que había llevado durante los años anteriores. Durante los años de parón creamos otro grupo de country rock y ese proyecto si se acabó pasado un tiempo. En todos estos años hemos estado reflexionando sobre qué sentido tenía seguir teniendo el grupo y qué dirección queríamos tomar. Empezamos a tocar otra vez hace un año porque quizá era el momento de reiniciar. Lo estamos haciendo, lo que queremos hacer es volver a los noventa, a lo que hacíamos entonces.

--¿Qué recuerdo de los noventa traería a la época actual?

--Obviamente, la juventud. En aquella época, la gente que iba a los conciertos, iba a los conciertos. A lo mejor iban diez solo, pero iban a verlo. Poco a poco, todo eso se fue perdiendo. Y ahora van, y hablan. Cuando voy de público no puedo entender cómo alguien paga por verlo y no está escuchando.

--¿Funcionan los mismos temas de hace diez años?

--Sí. De hecho, mucho del material que estamos usando para componer las canciones del nuevo disco está grabado en los años noventa. Grabamos muchas maquetas caseras. Fue una época distinta, vivíamos la música de otra forma, componíamos muchísimo. Por suerte o por desgracia, desde los años noventa hasta aquí, en el género en el que nos movemos tampoco ha habido un cambio tremendo.

--¿La escena extremeña es poco fértil para los músicos?

--No conozco a todos los grupos extremeños, pero de los que conozco ninguno vive de la música. Pero en cuanto a la producción es interesante. En los últimos años ha habido muchos grupos con una producción muy fértil. Lo que si hemos notado nosotros en el tiempo en el que hemos estado parados es que las condiciones económicas en salas para los músicos han empeorado bastante.

--Han pasado por festivales de la talla de Contempopránea, Zorrock, Womad e incluso por el barcelonés Primavera Sound. Ahora en su vuelta se encuentran con una nueva propuesta, ¿qué les parece que cuente con Bloomington?

--Nos parece muy excitante. Es muy agradable que piensen en ti en tu propia casa. Estamos encantados de poder tocar. Esperamos que salga bien este año y que se siga celebrando en años sucesivos y que cree marca en la ciudad. Para los grupos pequeños como nosotros los festivales son imprescindibles económicamente para poder embarcarte en otros proyectos.

--¿En qué formato visitan el SonoraCC?

--Iremos los tres. Hubo una época en la que había un cuarto, pero quedaba descolgado. Los tres somos familia, hemos visto las mismas películas y hemos escuchado los mismos discos. Antes de montar el grupo ya nos conocíamos. Tenemos una visión del mundo muy parecida y de la música idéntica. Cuando nos reunimos para ensayar para el concierto del Rincón Pío hacía once años que no tocábamos los tres juntos y empezamos a tocar las canciones como si nunca lo hubiésemos dejado.