Hace 25 años la vida universitaria se apoderó de la casa-palacio de los Perero y a día de hoy el colegio mayor Francisco de Sande es un referente para la cultura de la ciudad, además de ser el último rescoldo de estudiantes que queda en la parte antigua. Ayer el centro, dependiente de la Diputación de Cáceres, celebró el acto de clausura de un curso diferente, un año en el que han conmemorado sus bodas de plata con diversas actividades, entre ellas un encuentro nacional de colegios mayores o exposiciones, como la de la artista Ana Hernández, que aún se puede visitar en el patio del colegio mayor.

Ayer fue un día especial. El centro quiso agradecer a la ciudad de Cáceres su trato por estos 25 años y por eso la directiva, liderada por el concejal de Cultura, Jesús Bravo, ha decidido entregarle la beca honorífica e insignia de plata, que ayer recogió la alcaldesa, Elena Nevado. También recibieron reconocimientos el fiscal superior, Aurelio Blanco, y el director científico del Centro de Cirugía Mínima Invasión, Francisco Miguel Sánchez.

Además, se hizo entrega de la beca honorífica a diez colegiales que han cumplido su tercer año de permanencia en el centro y de diplomas a otros siete alumnos que han terminado sus estudios de licenciatura o grado. Tras el acto, tuvo lugar la actuación del coro del colegio mayor que interpretó el Gaudeamus Igitur, himno universitario por excelencia.