Con él llegó el delirio. El delirio femenino y nostálgico. Miguel Bosé hizo anoche viajar en el tiempo a más de 6.500 seguidores, principalmente mujeres, con canciones imborrables ya del panorama musical español de los años 80 y 90. ¿Quién que esté entre los 35 y los 50 años no ha entonado alguna vez el seré tu amante bandido, bandido, corazón, corazón malherido... ? Pues anoche fue el primer salto al pasado que brindó el cantante en su esperada escala cacereña de la gira Papitour .

"Vamos a celebrar algo: 30 años de música y que sean los primeros. Y vamos a viajar del ayer hasta el mañana", traslada el artista al público, al que agradece su "apoyo" y "complicidad" de todos estos años.

Ese viaje por el ayer comienza casi en punto, a las diez de la noche, con Amante bandido . "Esta es de cuando yo tenía 17 años", dice una fan a su amiga. "Guapo, guapo", se oye que gritan desde la otra esquina. "Sácame a bailar, Miguelito", corean al fondo. Hasta los hombres se contagian de la euforia femenina y se arrancan con piropos al cantante.

Bosé, vestido de negro riguroso, desata la efervescencia quinceañera y colectiva entre quienes casi olvidaron qué es eso con unos pocos contoneos comedidos, un toque al trasero y otro a la entrepierna. Y eso a pesar de que los años no pasan en balde y el cantante, vestido de riguroso negro, luce las curvas que pone la edad.

Lo que no parece tener años es la música. Actualizadas en algunos casos, vestidas con ese toque electrónico de sus últimos trabajos discográficos, las canciones suenan como siempre o es quizás el recuerdo que las trae intactas. "La música tiene memoria, lo atrapa todo y los recuerdos vuelven", confiesa en otro diálogo con el público con el que hace un paréntesis para rescatar esas canciones melódicas que tan popular le hicieron. "Cuando éramos puros, las cosas que sentíamos y que queríamos las cantábamos así". Entonces suena Amiga . Sentado en las escaleras que dividen en dos alturas el escenario, Bosé suelta la emoción a la noche y se hace el silencio en la platea.

Seguirán las inmortales Super, Superman , Te amaré o Los chicos no lloran . Así hasta dos horas. A las once y media los músicos abandonan el escenario para volver al reclamo del público. Bosé regala otra media hora y un final para el recuerdo: Don diablo se ha escapado, tu no sabes la que ha armado, en cuidado, yo lo digo por si... .