Quizás ningún homenaje resulte suficiente para cerrar las heridas que ha provocado el coronavirus, pero sembrar un bosque en memoria de los que se han ido, y hacerlo en la falda de la Montaña, puede servir de reconocimiento permanente en solidaridad con su dolor y el de sus familiares. Así lo considera la Asociación de Amigos de la Ribera del Marco, que quiere transformar las dos fincas que gestiona en este paraje en una arboleda en su recuerdo.

El proyecto, denominado ‘Bosque Cacereño Solidario Covid-19’, ya se está fraguando. «Queremos plantar un árbol por cada deceso que se ha producido en Cáceres, pero además seguir incorporando un nuevo árbol por cada nacimiento», explica Pedro Martín Moreno Rey, presidente del colectivo, que pretende de este modo aunar el espíritu de las distintas generaciones.

La repoblación tendrá lugar en las dos fincas de titularidad privada que se han cedido por diez años a la asociación para que las reforeste, teniendo en cuenta que ahora se convertirán en parajes muy transitados y visibles desde distintos puntos de la ciudad, con la próxima apertura de la nueva ronda Sureste. Tienen por nombre La barrera del Amparo y La Dehesilla, y ocupan terrenos de la Ribera del Marco y de la falda de la Sierra de la Mosca. Suman una superficie de 5 hectáreas. En ellas ya se han plantado ejemplares de encinas, alcornoques, coscojas, pinos piñoneros y algarrobos, cedidos por el vivero de la Junta de Extremadura.

El próximo noviembre seguirá la reforestación, y ése es el momento en el que los Amigos del Marco quieren hacer partícipes a los familiares de víctimas y a los afectados por la pandemia, para hacer posible el proyecto. Además, la asociación está en conversaciones para la incorporación de otra finca todavía más amplia en la misma zona.