La réplica de Buda esculpida en jade blanco que la Fundación Lumbini cederá al Ayuntamiento de Cáceres sigue en el puerto de Valencia, donde llegó este domingo. Permanece a la espera de que la Autoridad Portuaria otorgue los permisos para que la pieza pueda ser entregada, según informó el persidente de dicha fundación, José Manuel Vilanova. «Está en el barco que ha llegado de Singapu. Me la entregarán próximamente», apuntó Vilanova, ayer por primera vez muy reacio a realizar declaraciones, seguramente movido por la presión que entraña una operación de estas características.

Sí comentó que una vez haya resuelto los trámites, una autoridad budista deberá bendecirla en una ceremonia privada. Es una costumbre que se suele realizar, a ser posible en luna llena, antes de entregar la efigie o exhibirla de manera pública.

Por lo demás, no hay más novedades al respecto, o al menos Vilanova no quiso desvelarlas, seguramente temeroso a un tirón de orejas. No obstante, si todo va bien, las aspiraciones de Cáceres de contar con el centro budista más grande del planeta van tomando forma después de que la réplica de Buda llegara al puerto de Valencia. La estatua fue embarcada a finales del mes de julio desde el puerto Thilawa, en el sur de Myanmar (antigua Birmania), tras recorrer durante un mes la vía marítima de la Ruta de la Seda.

Esta imagen es una réplica del Buda de 40 metros que se quiere instalar en el centro cacereño si este finalmente fructifica y la finca Arropé, junto al Cefot, sale adelante para ubicarlo. La iniciativa, promovida por la Fundación Lumbini Garden, con sede en Madrid y presidida por el empresario José Manuel Vilanova, evoluciona después de que el ayuntamiento haya firmado un hermanamiento con la ciudad nepalí de Lumbini para que el templo, cifrado en 40 millones de euros, se haga realidad.

De los acuerdos que emanan del protocolo destaca la donación que la fundación ha realizado a Cáceres de esta réplica, un Buda Mahar Karuna, pieza esculpida en jade blanco birmano de dos metros de altura y dos toneladas de peso, que está cifrada en casi medio millón de euros.