El autobús urbano contabilizó el pasado año 4,6 millones de viajeros, según los datos que aporta la empresa que tiene la concesión de la gestión del servicio, Subus. Es el cuarto año seguido que gana usuarios, pero aún está lejos de los números de hace una década, cuando se superaban los cinco millones, y muy por debajo de los resultados de hace quince años, cuando se cuantificaban seis.

En los próximos meses habrá cambios en algunas líneas. En el borrador de los presupuestos ya se contemplan modificaciones en la línea 3 que se cuantifican en 160.000 euros. Este trayecto se modificó hace un año, cuando se cambiaron sus cabeceras para pasar por los centros de salud y terminar en el nuevo hospital universitario. Las quejas son por el tiempo que se tarda en llegar hasta el nuevo centro hospitalario, la frecuencia de paso es de veinte minutos los días laborables por la mañana, y porque se entra en el campus universitario y a determinadas horas no se pueden coger los vehículos porque van llenos de estudiantes.

El cambio se tendrá que debatir en la Mesa del Transporte y no es el único que propone el gobierno local, que también plantea en el borrador de los presupuestos una modificación en la línea 4 que se cuantifica en 9.000 euros para su incorporación en las cuentas. La línea 4 conecta Macondo con el Ceres Golf y con Valdesalor.

REFORZAR LA LÍNEA 8 / En la propuesta que Unidas Podemos ha presentado al gobierno socialista para la firma de un acuerdo para la legislatura también se proponen modificaciones en otras líneas. En el documento se pide un refuerzo de las líneas de los autobuses urbanos y se cita la del nuevo hospital y la zona norte, donde está la línea 8, que es la que más ha ido creciendo en usuarios en los últimos años. Recorre la ciudad de norte a sur, desde la urbanización Cáceres el Viejo hasta el residencial Sierra de San Pedro, en el poblado minero.

Este trayecto se reforzó en el año 2015, cuando se unió la línea 10 a la 8. Su frecuencia de paso es de veinte minutos los días laborables. El incremento de usuarios en este trayecto se contrapone al descenso de viajeros producido en la línea 2, de Mejostilla al Espíritu Santo. Su frecuencia de paso es de 13 minutos los días laborables por la mañana. La 2 ha perdido casi 400.000 usuarios en los últimos tres lustros. Hasta 2012 superaba el millón de viajeros. Lo mismo pasa con la línea 1, que en 2019 tiene 350.000 usuarios menos que hace quince años.

Los cambios que se introducirán en el autobús urbano no se financiarán con un incremento de la tarifa, que es el recurso al que se recurre cuando se introducen modificaciones en los trayectos. El coste se afrontaría entonces con un incremento del déficit del autobús urbano que el ayuntamiento abona a Subus, la empresa que gestiona el servicio municipal de transporte urbano.

En el borrador de los presupuestos del ayuntamiento para 2020 se calcula que el déficit del autobús urbano ascenderá a 3.172.000 euros. En la liquidación del presupuesto de 2018 se reconocieron derechos de pago a la empresa por un importe de 2.738.000 euros con cargo al déficit de los autobuses urbanos.

La Mesa del Transporte tendrá que tratar y debatir ahora sobre las modificaciones en la línea 3. Es un órgano de participación del colectivo vecinal. La última reunión se celebró hace un año y en la misma se dio el visto bueno a los cambios en el recorrido de la línea 3 para que dar servicio al hospital, un recorrido que ahora se tendrá que modificar tras las quejas de los usuarios de la línea que más viajeros ganó en 2019.