Más autores, más presentaciones de libros, más publicidad, más actividades encaminadas a fomentar la lectura entre los más jóvenes,... Pero sobretodo más dinero. Los libreros lo tienen claro: la cuenta pendiente de la feria del libro de Cáceres es el presupuesto. Y es que a los dueños de las librerías les ha costado sudor y lágrimas traer a la ciudad a autores que quisieran presentar sus obras durante las diez ediciones anteriores, ya que no tenían dinero para pagarles. "Los escritores han venido siempre sin cobrar nada", aseguran. Esto, según explican la mayoría de ellos, supone un punto negativo, ya que, dicen, "muchos escritores prefieren ir a otras ferias donde les pagan por hacer lo mismo que hacen aquí". La culpa se la echan a las instituciones porque consideran que no se han involucrado lo suficiente y sobretodo porque han llevado a la feria por una línea diferente a la que ellos quieren: "ahora es un espectáculo y nosotros queremos que se hable de libros", indicó el presidente de los libreros, Jaime Naranjo.

Participación

La falta de presupuesto ha sido una de las razones por las que los libreros han dejado plantada a la Institución Ferial de Cáceres (Ifeca) en la organización de la feria del libro. Es la primera vez que esta muestra no contará con la opinión del gremio para contratar a los autores que presentarán sus obras en la muestra. Es más, todavía no han confirmado ni siquiera si vayan a participar en la feria. "Estamos estudiando las condiciones que nos dan, que, a simple vista no nos parecen las más justas (se refiere al precio de los estands y a las formas de pago). Esta semana nos reuniremos para decidir si presentamos nuestra solicitud o no", aseguró Naranjo.

Todos coinciden en que han decidido dejarlo este año porque han perdido la ilusión. Creen que todo su esfuerzo no se ve recompensado ni moral ni económicamente. Aunque no se atreven a adelantar si la feria tendrá, al menos, el mismo éxito que las diez ediciones anteriores.