Agua suficiente y sanidad de calidad. Son las dos grandes demandas que plantea la Agrupación de Asociaciones de Vecinos de Cáceres para el nuevo curso que ahora comienza. Se trata de dos servicios «básicos, fundamentales y prioritarios» que una ciudad que roza los 100.000 habitantes no tiene resueltos después de largos años de proyectos. Por ello, las barriadas cacereñas quieren centrar sus demandas en estos dos asuntos «urgentes», para que las instituciones pongan las bases necesarias durante los próximos meses que garanticen su solución, «pero una solución real, práctica y útil», afirma el presidente de los vecinos cacereños, José Alberto Iglesias.

En 1995, la Confederación Hidrográfica del Tajo realizó un informe que concluía que el Guadiloba no podría cubrir la demanda de Cáceres a partir del 2012. El embalse fue inaugurado en 1971, pero ya en 1992 se creó el trasvase desde el Almonte porque no daba abasto con sus 20 hm3 para los entonces 70.000 habitantes. Un cuarto de siglo después, con 96.000 residentes, Cáceres no ha logrado materializar ninguna solución, e inicia el nuevo año hidrológico con el Guadiloba en el nivel más bajo de las dos últimas décadas.

«Rogando al cielo»

«Es un problema muy importante, porque si no se ponen medios, dinero e infraestructuras, estaremos siempre rogando al cielo para que nos caiga agua, y eso no puede consentirse en el siglo XXI», subraya José Alberto Iglesias. Los vecinos reclaman un proyecto «fiable» tras el fiasco del trasvase de Portaje, que ha supuesto una espera de 13 años y un gasto de 50 millones de euros para desecharse al final. «Ni sabemos dónde está ese dinero, ni tenemos una solución definitiva, ni nos convence el nuevo proyecto que han anunciado para hacer un segundo trasvase aguas abajo del Almonte. No deja de ser el mismo agua que lleva bebiendo Cáceres mucho tiempo, que ha tenido contacto con el pantano de refrigeración de Almaraz», sostiene el presidente vecinal.

«Ni Cáceres ni los municipios cercanos pueden seguir así, necesitamos una infraestructura viable de verdad, no una obra a medias como la de Portaje que ha dejado kilómetros de tuberías enterradas y que empezó sin saber si podía atravesar los puentes del Tajo y el Almonte. Nos sentimos engañados», recrimina José Antonio Ayuso, tesorero de la agrupación vecinal, un movimiento que de nuevo insta a las administraciones a buscar la mejor alternativa a través de su personal técnico.

«El primer proyecto de una presa en el Almonte tampoco salió adelante porque había que conservar el medioambiente. Entendemos la defensa de la naturaleza, pero todos son problemas», lamenta José Alberto Iglesias. «No vemos a las instituciones moverse de verdad para sacar a Cáceres de esta situación, más bien nos parece que este segundo trasvase se ha anunciado para alargar el tiempo y la agonía. Los cacereños necesitamos proyectos y presupuestos con fechas», insiste.

Más retrasos

Respecto a la sanidad, el movimiento vecinal se muestra especialmente preocupado por la «falta» de coordinación y de recursos, que a su juicio contribuyen a muchas de las situaciones que se están denunciando en Cáceres. Por ejemplo el retraso en la construcción de la segunda fase del Hospital Universitario. «El SES anunció que comenzaría a final de 2020 y así nos lo garantizó directamente el consejero, José María Vergeles, pero evidentemente no hay tiempo. Es ya el tercer plazo que se incumple», matiza Ayuso.

Los vecinos llevan años denunciando los problemas de tener dos «medio hospitales» abiertos. Lamentan que aún no se sepa nada del anteproyecto. «Con todos los trámites por delante, calculamos que como mínimo tardará 2 años más en comenzar esa segunda fase», prevé el presidente vecinal, que lamenta que ni siquiera se proyectara una cafetería en la primera fase «y tengamos una carpa». La agrupación ha solicitado una entrevista con el consejero de Sanidad para abordar este y otros temas, que considera prioritarios.

Por ejemplo el traslado del centro de salud Plaza de Argel a las instalaciones del Hospital Virgen de la Montaña mientras se construye otro ambulatorio, dado el mal estado del actual. «La agrupación no comprende por qué se ha anunciado este traslado a otro lugar completamente desubicado de su zona sin haberlo hablado antes con los vecinos. La gente mayor de Aguas Vivas y San Blas tendrá problemas para llegar hasta Cánovas, al menos deberán facilitar un transporte directo», plantea José Antonio Ayuso.

El colectivo sí agradece que se anuncie la construcción de otro consultorio y entiende que el traslado es necesario mientras tanto, «pero no anunciado de este modo. No es normal que desde la administración sanitaria no se hayan puesto previamente en contacto con los vecinos para velar por el bienestar del usuario», afirman.

Un pac de ida y vuelta

Un pac de ida y vueltaDe hecho, al desvelar los nuevos contenidos para el Hospital Virgen de la Montaña, Sanidad también ha ratificado que el Punto de Atención Continuada (PAC) se mantendrá en este recinto en lugar de trasladarse al San Pedro de Alcántara. «¿Pero entonces por qué desalojaron el materno y llevaron a los niños y a las embarazadas a las plantas superiores del San Pedro, ahora rodeados de enfermos de covid? ¿Por qué no se coordinó bien desde un principio?», inquiere Ayuso. Para los vecinos, la planificación sanitaria «no es una quiniela» y recuerdan que la situación en Cáceres tiene carencias que deben subsanarse.

Por ejemplo el cierre de la Unidad de Cirugía Vascular en el hospital cacereño por falta de profesionales suficientes. «Conozco el tema personalmente. Son ya dos años de retraso para conseguir que te vea un especialista en Badajoz», denuncia José Antonio Ayuso. «Aunque pongas todas las reclamaciones posibles, no hay manera de avanzar», revela. La precaria situación de la Atención Primaria con el covid es otro motivo de seria inquietud para la agrupación vecinal. «La gente está cansada de esperar a que le pueda atender un médico», afirman.

Estas reivindicaciones también serán trasladadas el miércoles a la Asamblea de Extremadura, a través de la Confederación de Asociaciones de Vecinos de Extremadura (Cavex). La agrupación cacereña tiene otras demandas sobre la mesa, pero considera que sanidad y agua no deben demorarse más por tratarse de servicios «imprescindibles» que ya no pueden esperar.