Cáceres ya huele a la Semana Santa cacereña con los primeros actos institucionales, antes de la salida de las primeras procesiones el próximo Domingo de Ramos. Ayer, por partida doble, las cofradías de la Soledad y de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Expiración reunieron a sus miembros para disfrutar de una jornada en la que impusieron medallas a nuevos hermanos tras la celebración de eucaristías.

Al aire libre, la ermita del Calvario, en los aledaños del santuario de la Montaña, volvió a servir de escenario para la tradicional romería del Domingo de Lázaro. A hombros de los romeros, que disfrutaron de los tradicionales bollos elaborados en Torrejoncillo, la imagen de la virgen de la Soledad del Calvario, vestida de terciopelo negro, realizó el recorrido hasta la ermita del Amparo. Allí fue recibida, alrededor de las 13 horas, por el mayordomo de esta cofradía, Juan Narciso García-Plata, que depositó un ramo de flores en el paso de esta impresionante imagen doliente del siglo XV. Fue el momento de mayor emoción del mediodía, al que no faltó la voz de la saetera Isabel Caballero.

Con alrededor de 300 hermanos, la cofradía de la Soledad sumó ayer a otros 12 más. Ricardo Galán, su mayordomo, recordó ayer cómo la tradición de pasear a la virgen pudo recuperarse tras acometerse la rehabilitación de la ermita del Calvario, finalizada en 1996. "Para la cofradía es un momento sublime. La tradición viene de muy atrás. Fue de las primeras romerías que se celebraron en Cáceres", destacó Galán, resaltando que la cofradía llegó a celebrar hasta tres procesiones con motivo de la Semana Santa.

Y es que la mañana de ayer invitaba a subir a la Montaña para disfrutar de la convocatoria, a la que no faltaron las familias. Bien abrigados para protegerse del aire, los niños también pudieron comer bollos del Calvario y acompañar a la virgen. "Hay que hacer también que los mayores disfruten de la romería, vengan a la misa y lo pasen bien", aseguraba ayer el mayordomo de la cofradía.

Buen tiempo

Galán también aprovechó la convocatoria de ayer para desear que haya buen tiempo en la Semana Santa para que los desfiles procesionales puedan desarrollarse con normalidad. "Ojalá que los cofrades sepan trasladar su sentimiento al público y que se vea que las cosas se hacen con amor y sacrificio para resaltar la vida de Jesús", concluyó.

En el otro extremo de la ciudad, el centro parroquial Jesucristo Resucitado, en el R-66, sirvió como punto de reunión para los hermanos de la cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Expiración y Nuestro Madre y Señora de Gracia y Esperanza. La jornada estuvo marcada por el ambiente de confraternización entre sus miembros, que también aprovecharon la convocatoria para preparar los detalles de la salida del Viernes Santo.